Antes de que su nombre apareciera en medios de todo el mundo, a Sophia Spencer sus compañeros de colegio le hacían bullying por su amor desmedido por los bichos.

Tanto es así que su madre Nicole, preocupada por lo que estaba pasando, decidió tomar cartas en el asunto y salió a buscar ayuda.

Con este fin, la mujer canadiense no tuvo mejor idea que ponerse en contacto con la Sociedad de Entomología de Canadá. A través de un escueto e-mail, Nicole le contó al equipo de investigadores sobre la pasión de su hija por los insectos, y les preguntó si estaban dispuestos a dedicar algo de su tiempo para conversar con Sophia, resolverle algunas dudas e incentivarla a dedicar su vida a la investigación.

“Lleva un año preguntándome si lo que a ella le gusta, explorar y descubrir cosas sobre los insectos, puede convertirse en un trabajo algún día. Le respondo siempre que por supuesto que sí, pero no sé cómo seguir insistiendo en que se dedique a este campo de la ciencia”, confesaba la madre de esta niña exploradora en un pasaje de su mensaje.

Cuando el equipo de científicos la Sociedad Entomológica recibió el correo, no pudo resistirse y enseguida lo hizo publico través de Twitter.

Con el hashtag #BugsR4Girls (los bichos son para las chicas), lograron viralizar el caso de Sophia y esparcir un mensaje de esperanza para todas aquellas niñas, que como ella, sueñan con hacer carrera en el mundo académico.

Pero para Sophia la mejor parte estaba por llegar. Por esos días Morgan Jackson, un Doctor en Entomología, conoció la historia y muy rápidamente pensó que podía tratarse de un excelente caso de estudio.

Con el objetivo de indagar sobre la manera en la que las redes sociales pueden ayudar a que la ciencia llegue a una mayor cantidad de gente, este investigador decidió incluir en su trabajo un pasaje escrito por la mismísima Sophia.

“Mis bichos favoritos son los caracoles, las babosas y las orugas, pero sobre todo los saltamontes. El otoño pasado me encontré a mi mejor amigo bicho cuyo nombre era Hoppers”, dice la primera parte de su contribución que ya ha sido publicada en la revista especializada Annals of the Entomological Society of America.

Según relata Sophia en otra parte de su aporte, a partir de su salto a la fama virtual, sus compañeros de colegio han dejado de acosarla y ahora la buscan para que analice junto a ellos los bichos que van descubriendo en el camino.