on sólo seis años, el rey Felipe recibió su primer coche: un pequeño kart rojo para niños con el que recorría los alrededores del Palacio de la Zarzuela. Doce años después pudo conducir ya un vehículo del mismo color pero de un tamaño mucho más considerable. Se trataba de un Volvo 480 ES Cupé que le compró su padre, el rey Juan Carlos. Ahora ese automóvil se subasta a través de una página web, por lo que todo aquel que lo desee puede pujar para adquirir el coche que perteneció al entonces Príncipe de Asturias entre 1986 y 1988. En ese momento, la Casa Real optó por venderlo a la casa Volvo. En 1989 pasó a manos de coleccionistas privados.

El vehículo, que se encuentra en perfectas condiciones, es uno de los clásicos reales que formaba parte de la flota privada de la Familia Real y que era utilizado por algunos de sus miembros. De hecho, el propio don Juan Carlos solía conducirlo de vez en cuando durante sus vacaciones estivales en Mallorca, aunque en realidad quien más se dejó ver con él fue el rey Felipe, ya que el Volvo en cuestión estaba pensado para el público joven. Entre sus prestaciones se encuentran los característicos fatos pop up en el frontal y un motor de 109 caballos que le permite ponerse de 0 a 100 kilómetros en tan solo 9,5 segundos.
Aunque ha sido sometido a una puesta a punto para cambiarle la correa de distribución, el aceite y los filtros y ha sido pintado recientemente para recuperar su color original, lo cierto es que el coche del entonces Príncipe de Asturias no ha sufrido restauración profunda alguna, por lo que conserva muchos de sus detalles característicos como la tapicería o el radio-cassette de 1986, aunque se incluye también un radio-cassette más moderno. En la actualidad, el vehículo, que también conserva la matrícula inicial, marca los 155.000 kilómetros recorridos.

La subasta, que daba comienzo este viernes, finalizará el próximo 27 de diciembre. Por el momento una treintena de candidatos ha pujado ya para hacerse con el coche, cuya oferta actual es de 5.500 euros. La previsión de los subastadores es que el automóvil pueda alcanzar un valor estimado de entre 21.000 y 23.000 euros.

Hace apenas tres meses, fue subastado otro vehículo utilizado por la Familia Real española. En aquella ocasión se trató de un Mercedes-Benz de color azul utilizado por el rey Juan Carlos tras su proclamación como Rey de España en 1975 y que recientemente era matriculado como 'Vehículo Histórico de España". La puja final alcanzó los 39.500 euros.