ESPECTACULOS
10 de enero de 2018
Eugenio Zanetti tiene su propio hotel
El ganador del Oscar a la dirección de arte, y aplaudido por sus escenografías en el Teatro Colón, es dueño de Estancia de la Cruz (Del Sur), un hotel cordobés
CORDOBA. Obtuvo un Oscar a la dirección de arte en 1996, escribe, dirige obras de teatro y viaja mucho. El cordobés Eugenio Zanetti trasciende largamente las fronteras del país como el creador multifacético que es pero eligió San Javier -un rincón de Traslasierra, en el oeste provincial- para su hotel boutique Estancia de la Cruz (Del Sur).
"Lo elegí por muchas razones, el hotel Yacanto, muy cerca es un lugar de mi infancia, fuimos muchos años con mi familia y eso recuerdos siempre volvían a mí como un lugar particular".
Hay visitantes que aseguran que alojarse en esta casona rodeada de jardines, fuentes y una piscina es como estar "por unos días adentro de una película de Hollywood". Es que cada espacio tiene la firma de Zanetti y de su amigo el arquitecto y ambientador cordobés Sebastián Sabas.
Lo concibieron primero como una casa pero "cuando llegamos a los 600 metros dijimos es un hotel" pero -admite- lo pensaron como un lugar para recibir a sus amigos, cordobeses, argentinos y de cualquier lugar del mundo.
Es también su rincón para pintar, para crear entre decorados orientales. "Ahora volví de Europa y estuve diez semanas para pintar en mi atelier; que sea un hotel tiene la ventaja de no tener que ocuparte de nada; fue extraordinario, un tiempo de concentración y meditación".
Las puertas de entrada estilo marroquí -que quiebran el estilo de la galería de paredes color zapallo- son lo único que preanuncian que, adentro, puede haber sorpresas, que lo que espera al entrar no será lo que uno puede esperar desde el jardín.
Esas puertas, cuenta Zanetti, fueron hechas por un hombre que trabaja para el Palacio Real de Marruecos; tienen 6,50 metros de alto. "No son escenografía, son reales y maravillosas".
El ganador del Oscar, Eugenio anetti, es propietario de un hotel en Traslasierra.
Son tres habitaciones y una suite donde dominan las telas, los sillones, los espejos, las lámparas de colores brillantes y las maderas talladas. La vajilla también tiene aires de zoco marroquí o de mesa inglesa; hay juegos mezclados que lucen tanto en el interior como en las mesas más informales de la galería o el parque.
Nacido en Colonia Caroya -fundada por colonos piemonteses- Zanetti admite que hay cosas que ocurrieron en esta provincia, cuando él era niño, que lo marcaron. "Lo que uno hace en el trabajo artístico tiene que ver con lo que ocurre entre los cuatro y los ocho años. Ese es el momento en que se arma el sello, la marca emocional de una persona. El afecto, los no afectos, lo que le toque a uno en la lotería", contó emocionado.
A los 70 años, nunca estuvo cerca del "cholulismo" a punto tal que pocos saben que Estancia de la Cruz (Del Sur) es de él y que por ahí pasan figuras muy conocidas. "En algún punto, todas las casas se vuelven una: Es la memoria la que unifica y regenera", define como una forma de explicar que su casa de San Javier tiene algo de una que tuvo en Hollywood, también con mucho arte árabe y que, a la vez que le recuerda lugares de descanso en Europa.
La diferencia, claro, es que el telón de fondo es el Champaquí, el cerro más alto de Córdoba, con 2.884 metros. "Es raro, pero las sierras de Hollywood y las cordobesas se parecen, también la luz".
El ganador del Oscar, Eugenio anetti, es propietario de un hotel en Traslasierra.
El hotel está a cinco cuadras de la plaza de San Javier, un pueblo donde se mezclan sulkys y 4 X 4, todavía conserva las casonas que los ingleses que construyeron el ferrocarril en el siglo XIX y los ranchos de adobe de los paisanos que están desde siempre.
Desde hace unos años esta zona a 220 kilómetros al oeste de Córdoba atrae a buscadores de nuevos estilos de vida, convencidos de que en los cerros -con alto contenido de mica y cuarzo- hay una "energía especial".
El ganador del Oscar, Eugenio anetti, es propietario de un hotel en Traslasierra.
Zanetti -quien trajo al hotel una puerta de una mezquita de Fez (Marruecos) destruida en el siglo XVIII que oficia de ingreso; lámparas que fueron parte de la escenografía de "Las increíbles aventuras de Pecos Bill" y unos maceteros de "Línea mortal"- cree en "la buena estrella".
Dice eso cuando se refiere a que, en 1965 viajó a Afganistán y, de regreso, pasó por Italia enseñó la opera Medea en un festival y Pier Paolo Pasolini fue a verla; el director ya trabajaba en una película sobre el mito que protagonizaría María Callas.
Zanetti le contó que en su viaje había pasado por Turquía y que creía que un valle allí era el lugar ideal para el film: "Medea se estrenó en 1969 y fue la única película que Callas protagonizó. Mi incursión en el cine fue una mezcla del destino y también de lo que uno hace con lo que el destino le da".
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