Amsterdam (Holanda), fue el lugar elegido por la marca de la estrella para develar a la cuarta generación del Clase A.

La presentación internacional pudo seguirse en vivo por las redes sociales. Allí se apreció el diseño más agresivo de este modelo, que nació en 1997 siendo un pequeño monovolumen y que evolucionó hasta convertirse en un coche con guiños deportivos.

Lo más representativo de esta cuarta generación a nivel estético que se alza sobre la plataforma MFA-2 es su sugestiva trompa, que su propio mentor, Gorden Wagener, denominó “cara de depredador”. Respecto a su predecesor, es 12 milímetros más largo, 1 mm más ancho y la distancia entre ejes es 30 mm mayor, algo que hace ligeramente más espacioso su interior, que es donde realmente ha mejorado el modelo.

Los pasos de rueda se han ensanchado, para poder albergar neumáticos con llantas de hasta 19 pulgadas. Su baúl también se ve beneficiado del aumento de medidas y su capacidad de carga crece hasta los 370 litros, 29 más que el anterior. Su tradicional consola central desaparece, para incorporar un enorme panel dividido en dos secciones con dos pantallas de 7 o 10,25 pulgadas, según la versión.

La pantalla de detrás del volante hará las funciones de cuadro de instrumentos y la segunda, en el centro del habitáculo, controlará los sistemas de infoentretenimiento. Cuenta con el sistema Head-Up Display de nueva generación y la opción de iluminación ambiental con 64 colores.

Para interactuar

La gran novedad es el sistema multimedia MBUX, que permite interactuar entre el conductor y el vehículo. Configurado mediante la pantalla táctil y los botones del volante, el MBUX aprenderá del comportamiento del conductor y adaptará múltiples aspectos del vehículo a sus gustos y preferencias.

Se ofrecerá con tres opciones de motor, dos nafteras y una diésel, con potencias que oscilarán entre 94 y 188 CV. Todas estarán asociadas a una caja de cambios automática de 7 marchas y doble embrague. Más adelante llegarán su versión AMG y motores híbridos con hasta 400 CV.