La inminente decisión sobre si Estados Unidos anulará las sanciones a Irán -el tercer mayor productor de la OPEP- por su programa nuclear impulsó ayer a los precios del petróleo a sus niveles más altos desde finales de 2014.

Donald Trump adelantó ayer, a través de Twitter, que hoy mismo comunicará su decisión a las 13:00 horas mexicanas. Antes de pronunciarse, el barril de Brent, de referencia en Europa, ya superó los 76 dólares, con lo que rebota en el último mes lo mismo que desde que comenzó el año, en torno a un 13%. Por su parte, el West Texas escaló hasta los 70.14 dólares, un 17% por encima del precio marcado a cierre de 2017.

Antes de cumplirse el plazo que determinará si Washington impondrá sanciones a Teherán, Estados Unidos ha amenazado con abandonar el convenio a menos que Francia, Alemania y Reino Unido cumplan con sus demandas de endurecer los términos, así como ampliar el alcance de los asuntos incluidos en el mismo.

Donald Trump arremetió ayer contra el ex secretario de Estado, John Kerry, por haber entablado conversaciones con líderes extranjeros en un intento por preservar intacto el tratado nuclear. El ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, está en Washington para intentar convencer al presidente norteamericano argumentando que el acuerdo es defectuoso pero puede mejorarse.

Asimismo, el presidente Macron reiteró que quiere mantener el acuerdo, mientras lo "complementa" con negociaciones sobre el programa de misiles balísticos iraní y otras actividades regionales, según una entrevista a Le Journal du Dimanche. Por su parte, el presidente iraní, Hassan Rouhani, advirtió a Washington que si da la espalda a lo pactado enfrentará un arrepentimiento "histórico".

El sector petrolero a la cabeza
En este contexto, las petroleras europeas se han situado a la cabeza de las subidas del Stoxx 600. El sector rebota más de un 9% en el año y es el más alcista del índice. Son las firmas nórdicas las que se anotan las mayores ganancias, en concreto, las noruegas Aker BP y TGS Nopec, que acumulan un 42.6% y un 35.1%, respectivamente, mientras que la sueca Lundin repunta casi un 38% en 2018. La española Repsol se cuela entre los valores que más avanzan, un 10%.

A su vez, en Wall Street, la industria petrolera es la tercera que más gana del S&P 500 en el año, donde las firmas dedicadas a la refinería rebotan un 20.7%, y las exportadoras repuntan un 9.5%.

Las subidas en el parqué en 2018 se han visto reflejadas en una mejora de las estimaciones de beneficios para el sector a ambos lados del Atlántico. Desde que arrancó el año, el consenso que recoge FactSet ha elevado sus previsiones de beneficio para los diez pesos pesados del índice europeo un 25%, desde los 76.388 millones de euros que se esperaban a comienzos de 2018 hasta los 95,462 que se prevén ahora. Un optimismo compartido para la industria americana, donde se estima que las petroleras se embolsen ganancias un 23.5% superiores a lo esperado a cierre del pasado año.