Con el regreso al FMI como telón de fondo y movilizaciones en la puerta del Congreso, los diputados vuelven al recinto para debatir (esta vez sí, tras dos sesiones fallidas con escándalo de por medio) los proyectos sobre el aumento de tarifas que impulsa la oposición para retrotraer los precios de los servicios.

A quienes se asustan de este pedido de crédito al FMI, quiero decirles que el último presidente argentino que lo había hecho fue Néstor Kirchner en 2003. Nobleza obliga, en el 2006 tomó la decisión de cancelar esos 9.000 millones de dólares porque se sentía acosado.

Lo peor del ajuste no llegó todavía. Va a venir en el invierno, cuando las tarifas dolarizadas disparen el precio del gas en boca de pozo, que es el 60% del costo tanto en la tarifa de gas como en la energética.

Este maldito tarifazo hace que cada noche los sectores humildes piensen en recortar proteínas de los alimentos o comprar menos leche, porque en la vida real no se pueden pagar, no como en la vida virtual de Durán Barba.

A los que tiene pruritos de competencia, les recuerdo que acá se hicieron ejercicios conjuntos con fuerzas militares norteamericanas, las hizo el inútil de (Oscar) Aguad,sin pasar por el Congreso. Ahí tienen un problema de competencia. Ojalá hubiera visto a los diputados oficialistas por el ingreso de tropas sin tratarse en el Congreso.

“¿Saben quién fue demagogo? Dujovne cuando se mostró con el cartel de ‘no volvamos al Fondo’ y ahora está allá arrodillado pidiendo que venga un agujero financiero generado por su incapacidad. 

Hay que rescatar el hecho positivo de que varios bloques hemos asumido la responsabilidad de tomar un tema que hoy significa un drama en muchos hogares argentinos, en comercios y pequeñas empresas. No hay una división entre buenos y malos. Hay una clara división entre los que queremos un país viable, donde la riqueza se distribuya y con justicia social.

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  Este gobierno tiene insensibilidad y un desconocimiento muy fuerte sobre los datos sociales que viven las familias argentinas y principalmente los sectores más humildes.

  ¿Qué se puede esperar de un Presidente que no sabe cuánto cobra un jubilado? ¿Sabrá Macri que un jubilado que cobra la mínima no puede comer, comprar remedios y pagar tarifas? Los tres son derechos que necesita para sobrevivir”.

   

  Llegó el turno de Cecilia Moreau, pero la legisladora del Frente Renovador no estaba en su banca. Tras unos segundos, apareció corriendo para llegar a su lugar.

  

  Es bueno que estemos discutiendo el tema de las tarifas y es bueno que se pueda sacar una media sanción que exprese la voluntad mayoritaria del pueblo argentino. También es bueno festejar que la oposición haya sido capaz de consensuar un proyecto que no quiere fijarle tarifas al poder Ejecutivo, pero sí que no hace la de la avestruz de meter la cabeza bajo la tierra y dejar que los problemas pasen.

  No le estamos diciendo al Ejecutivo ‘cobre tanto’ o ‘cobre cuanto’, venimos a decir aquí que lo que se está haciendo es un despropósito, que hay una enorme transferencia de recursos de los sectores que menos tienen a los que más tienen, y es el sector energético.

  Se empieza a caer la posverdad y empieza a aparece la verdad, que es que el Presidente vino acá a decir que no nos íbamos a endeudar más. El ministro de Finanzas, que de acá se tuvo que ir con la cola entre las piernas, dijo que no iba a pedir más recursos al exterior. Y resulta que ahora estamos yendo al FMI a endeudarnos más. Sabemos como termina esto. Alguien habló de película. No queremos el mismo fin porque el que sufre es el pueblo argentino.

  No inflen más el globo, a ustedes que les gusta usar globos, porque se puede reventar. La única verdad es la realidad.

  

  El diputado por el Frente para la Victoria Máximo Kirchner criticó la suba de tarifas: “Demagogia es ir a un debate presidencial, decir que no va a haber un tarifazo y que después haya. Eso es demagogia electoral”. 
  El hijo de Cristina y Néstor Kirchner criticó el regreso del país al FMI: “Yo los veo espantados, con la cara de espanto que tenía el Presidente ayer, y la verdad no sé quién los asesora, porque un anuncio así lo tenía que hacer Marcos Peña. No sé qué andará pasando porque son buenos para comunicar las cosas”.

  “Demostrar que el Presidente habla inglés no significa que entienda la política internacional ─afirmó─. ¿Quién piensa la política económica de este Gobierno? Néstor Kirchner recibió el país de parte de [Eduardo] Duhalde, un senador que agarró porque nadie podía agarrar el país. Acá todos hablan de hacerse cargo y el Presidente es de teflón: él no tiene nada que ver, es un pobre señor bienintencionado, que sólo quiere el bien de todos”.
   
  Máximo dio un consejo: “Podrían leer el diario que los depositó en la presidencia, que no tiene militantes, porque ahí les juntaron los votos, que dice ‘Rareza fiscal: lo que se ahorra en subsidios se va en intereses’, de pago de deuda, no de todo lo que están yendo a buscar al fondo monetario". 
   “El concepto de meritotocracia sería bueno que alcanzara a Doña Petrona también (sic), por lo que hace todos los días para que los chicos de su barrio coman”, agregó. 
   Al final, el diputado K sostuvo que en este Gobierno "le mintieron a la sociedad, y eso se paga”.

  

  La diputada Romina Del Plá (Frente de Izquierda) recurrió a un ex líder soviético para rechazar la Ley de Defensa de la Competencia.
  "Justamente fue Lenin, en su libro El imperialismo, fase superior del capitalismo, que planteó que era imposible que los Estados pasen a controlar el funcionamiento de los monopolios porque son los monopolios los que controlan los Estados", dijo.
   
  "Cualquier historia de defensa de la competencia es un cuento para la población y los consumidores que seguimos pagando las tarifas dolarizadas de los servicios públicos, que seguimos siendo víctimas del negocio de los bancos ─agregó─. Lo único que está controlado acá es el salario de los trabajadores. Esa es la única norma que se cumple sobre el control de algún precio."