La vuelta al cole es un proceso difícil tanto para los niños como los padres. Hay que adaptar la rutina a las nuevas condiciones, así como la alimentación. Es muy importante asegurar que los niños reciben todos los nutrientes que necesitan para que puedan aprovechar al máximo las clases. El colegio es un lugar donde gastan muchísima energía: deportes, juegos en el patio, actividad intelectual… tanto su cuerpo como su cerebro están en pleno desarrollo, y a pleno rendimiento. De esta forma, en este artículo te daremos 3 consejos para alimentar a tu hijo de manera equilibrada mientras afronta el día con la energía a tope.

1.- Adapta su desayuno a lo que les pida el cuerpo

Se cree que el desayuno es una comida fundamental para empezar el día, y es cierto, pero no todas las personas (incluyendo los niños) son iguales. Muchos de ellos se despiertan sin ganas de desayunar y supone una lucha para sus padres todas las mañanas. En estos tiempos en los que la obesidad infantil está a la orden del día, es necesario crear rutinas en los hijos que hagan que comer saludable, bajo un horario y con una alimentación que les sacie, evite que quieran comer a todas horas y su cuerpo no tenga una estabilidad. Es importante que aprendan a escuchar su propio organismo y aprendan a comer solo cuando el hambre se lo pida y evitar problemas de ansiedad que se refleje en comer compulsivamente en los pequeños.

¿Qué hacer si no tiene ganas de desayunar?

Los niños y adolescentes se encuentran en una etapa de crecimiento y desarrollo, donde su cerebro está en constante cambio y aprendizaje por lo que necesitan mucha energía que se deberá suplir con la ingesta de alimentos altos en proteínas e hidratos y grasas saludables. Por ello, hacer que el desayuno sea atractivo y apetitoso para ellos, es fundamental.

Una opción es favorecer el aporte de fibra y vitaminas con batidos con todo tipo de frutas, a los que puedes añadir una cucharadita de proteína de leche, por ejemplo, que tiene las características de la leche en tetrabrick pero su concentración de nutrientes de liberación lenta es aún mayor.

Otra alternativa para que los más pequeños de la casa acostumbren a desayunar, podría ser la elaboración de tortitas de avena a la que se le pueden añadir como toppings mantequilla de cacahuete 100% y sin azúcares, que aportará hidratos, proteínas y grasas saludables de manera fácil y sabrosa.

La avena es una gran herramienta que utilizar en la elaboración de alimentos dulces que hará las delicias de todo niño, pero de manera saludable, libre de conservantes, grasas procesadas y azúcares. Para darle dulzor a tus galletas de avena, bizcochos, gachas, magdalenas y muchísimos más postres, son cientos las opciones saludables que encontrarás, que van desde el sirope de arce o de ágave hasta la alabada estevia. Asimismo, es conveniente utilizar azúcar moreno en vez de azúcar blanca refinada, que no aporta ningún tipo de nutriente.

2.- Busca complementos que aseguren su nutrición

Actualmente existen en el mercado muchas opciones fáciles y con mucho sabor para que los niños lleven al recreo, tanto en snacks como en zumos y batidos, pero casi ninguna cumple los requisitos de una alimentación equilibrada. El exceso de saborizantes, azúcares y la carencia de los nutrientes necesarios es lo más común en los snacks más vendidos. Por ello, busca alternativas más allá de las que venden en el supermercado que, sin dejar de ser fáciles de transportar, aporten a tu hijo lo que más necesita. Podrás encontrarlas de avena, de chocolate sin azúcares y altas en proteínas, de cereales altos en vitaminas y muchas más opciones.

Asimismo, lo ideal es acostumbrar al niño a que lleve su propia comida y no caer en productos procesados por falta de tiempo, rapidez y comodidad. Nada mejor que una friambrera original para que pueda transportar sus propios bocadillos o frutas. A su vez, no hay que dejar de lado la hidratación, por ello, hacerse con una botella de plástico reutilizable que sea atractiva para ellos, hará que puedan llevarse al recreo agua, batidos hechos en casa y zumos naturales.

3.- Equilibrar la otra mitad del día: los hábitos en casa

Si el niño no come en el comedor escolar, por supuesto hay que prestar atención a la comida principal del mediodía, equilibrando los platos durante la semana. Si no estás seguro de estar equilibrando bien la comida en casa, prueba a consultar a un especialista, o solicita en el colegio una copia del menú del comedor. Te dará una idea aproximada de las proporciones ideales de carnes, verduras y cereales que debes incluir en tu menú semanal.

Para que los niños mantengan el peso ideal, evitando problemas tan graves y extendidos como la obesidad infantil, es muy importante marcar unas normas sencillas en casa que ayuden a crear unos hábitos saludables.

En primer lugar, mantén a tu hijo apartado de los productos con grandes cantidades de azúcares y con pocos nutrientes, como la bollería, las golosinas o el chocolate. Lo más efectivo es no comprar esos productos o incluir alternativas saludables y no por ello menos sabrosas, como las que se mencionan en párrafos anteriores y así evitar este tipo de alimentos que únicamente aportan las denominadas como “calorías vacías”.

Sustituir con frutos secos dulces como pueden ser dátiles, higos secos, pistachos e incluso palomitas elaboradas en casa, es la solución definitiva para que comiencen a preferir comida de verdad a productos procesados altos en azúcares.

En segundo lugar, hay que evitar las tardes sedentarias, en las que los pequeños pasan muchas horas sentados frente al televisor o jugando con el teléfono o la tablet. La mayoría de los niños tiene alguna actividad extraescolar por la tarde, y además algo de tarea del colegio que hacer, pero es importante generar actividades e incluso momentos de responsabilidad que constituyan rutinas para que el pequeño comience a desenvolverse bien en la vida.

Cosas tan sencillas como pasear al perro, ir caminando al parque y pasar un rato jugando allí o una simple pelea de cosquillas puede hacer que nuestros hijos pasen rápidamente de la pasividad sedentaria a momentos alegres de actividad y risas. Esto cambia por completo el funcionamiento neuroquímico de su cerebro, que segrega endorfinas y otros neurotransmisores que hacen que se mantengan activos y alegres durante más tiempo. Es decir, cuanta más actividad y risas, estarán más activos y alegres.

Aunque los niños pasan mucho tiempo en el colegio, es responsabilidad de los padres, que mantengan unos hábitos saludables de alimentación y ejercicio que les ayuden a mantenerse sanos, evitando la obesidad infantil y otros trastornos. Estos 3 consejos fundamentales para alimentar a tu hijo de manera equilibrada pueden ser de utilidad para una vida más saludable.

Sin embargo, lo más importante es prestar atención cada día a los más pequeños y sus necesidades. Ser padres es duro, pero educar personas fuertes y sanas, con sus capacidades al máximo, es posible si se pone empeño en ello. Ellos son el futuro de nuestra sociedad así que vale la pena el esfuerzo. Es importante que crezcan de manera saludable para que desarrollen su máximo potencial intelectual y físico, para ello, puedes añadir alguna de las sugerencias mencionadas en el artículo que podrás encontrar fácilmente en la web de MyProtein