DEPORTE
24 de noviembre de 2018
Suspendida la final de la Copa Libertadores
Conmebol no pudo constatar las lesiones de los futbolistas xeneizes.
Alejandro Domínguez habló de un pacto de caballeros entre los dos equipos. Se juega mañana a las 17 el partido entre River y Boca sin público.
Luego de constatar el estado de varios jugadores de Boca, tras la agresión de los hinchas de Boca, la Conmebol se expidió a través de Twitter y afirmó que el partido queda postergado hasta las 18, pero después comunicaron que el encuentro se jugará a las 19.15 porque el cuerpo médico de la Conmebol no pudo constatar las lesiones de los futbolistas xeneizes.
El presidente de Conmebol, Alejandro Domínguez, confirma la la suspensión del partido.
"Se llegó a acuerdo, hubo un pacto de caballeros de ambos clubes. El partido se pasa para mañana a las 17". El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, habló en los vestuarios del Monumental y fijó finalmente una posición especial. Todo cuando ya había pasado largamente el horario de las 19.15, que había fijado la entidad que preside para el comienzo de la Superfinal.
Tras una reunión entre los dirigentes de River, Boca y la Conmebol, donde también participó el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, confirmaron que el partido se jugará a esa hora porque el cuerpo médico de Boca no dejó que la Conmebol constate las lesiones de Pablo Pérez y el resto de los jugadores lastimados o afectados.
Alejandro Domínguez, el presidente de la Conmebol. (Imagen TV
Luego de la reunión la entidad aseguró que hay jugadores lesionados, pero con la aclaración "la cual no se pudo confirmar por nuestro cuerpo médico. Debido a ésta situación, consideramos que desde el punto de vista médico no existe una causal para la suspensión del encuentro".
A efectos de cumplir con el cronograma de la final, el partido empezará a las 19:15 horas.
18,2 mil 17:46 - 24 nov. 2018
Por la gravedad del incidente, el presidente de River, Rodolfo D'Onofrio, asistió al vestuario de Boca para ponerse al tanto de la situación.
"Los jugadores están todos heridos", aseguró, por su parte, ChristianGribaudo, secretario general de Boca Juniors.
D'Onofrio; su par de Boca, Daniel Angelici, y el titular de la Conmebol, el paraguayo Alejandro Domínguez, permanecían reunidos en una oficina del estadio Monumental tras la agresión de hinchas de River a jugadores de Boca en la previa de la superfinal revancha de la Copa Libertadores.
Según las imágenes de televisión de varios canales deportivos, el colectivo ingresó al escenario con varios vidrios laterales rotos y los jugadores, una vez descendieron, iban tosiendo y con los ojos llorosos por efecto de los gases.
El micro de Boca llegó por avenida del Libertador y allí se encontró con el público local, que arrojó diferentes elementos contundentes contra los vidrios y los rompieron, a la vez que las fuerzas de seguridad reprimieron a los simpatizantes con gases, que afectó a los futbolistas visitantes.
Un nuevo comunicado de la Conmebol
En la previa de la superfinal por la Copa Libertadores, los jugadores de Boca arribaron al Monumental en medio de incidentes porque les arrojaron gas pimienta y hasta hubo roturas en algunos vidrios del colectivo que los trasladaba. Hay riesgo de suspensión y parece muy difícil que el partido comience a las 17.
César Martucci, dirigente de Boca, detalló que los gases que afectaron al plantel provinieron de la Policía, que intentaba disuadir a hinchas de River que atacaron el micro.
"La seguridad fue desbordada y tuvieron que lanzar gas lacrimógeno", dijo Martucci en Fox Sports. Darío "Pipa" Benedetto se mostró molesto por lo aplicado por la Policía, tal como se aprecia en el video.
Seis jugadores de Boca vomitaron y quedaron tirados en la antesala el vestuario: Carlos Tévez, Fernando Gago, Julio Buffarini, Agustín Almendra, Nahitán Nandez y Darío Benedetto.
La final de esta Copa Libertadores no tiene antecedentes: jamás dos rivales históricos de un mismo país llegaron a esta instancia y un River - Boca con tanto en juego es único.
El partido se jugará sin público visitante por cuestiones de seguridad, tal como sucedió con el partido de ida que terminó 2-2 el pasado 11 de noviembre. Los millonarios llenarán las 60.000 butacas del Monumental y los de Boca lo verán por televisión.
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