Sobrevalorar el "qué dirán" y la opinión de los demás por encima de nuestros motivos. 

Estar pendientes de lo que opinen los demás de nosotros, querer quedar siempre bien, que nos consideren amables, responsables, buenos profesionales, que no "piensArgentina llegó al Arena do Gremio con la obligación de ganar y con la incertidumbre de cómo sería su rendimiento futbolístico, diezmado en las primeras jornadas.

Distante de cómo se creía que se alcanzaría la última fecha del Grupo B, con la clasificación en el bolsillo y con la idea de un equipo alternativo, cambiando jugadores y dejando al equipo al 100% de cara a los cuartos de final.

Ni imaginar que una derrota ante Qatar sería tan catastrófica como para marcar la peor campaña de un equipo argentino en una Copa América, en 103 años de historia. Por suerte, Argentina derrotó 2 a 0 a Qatar con goles de Martínez y Agüero y los fantasmas deberán esperar para aparecer.

La primera oportunidad de riesgo a favor de la Argentina llegaría desde un remate de Messi, que se terminaría yendo por arriba del travesaño. Luego Lautaro tendría dos y una marcaría la apertura del marcador tras una desinteligencia del fondo qatarí en la que el ex Racing logró interceptar un pase al borde del área para luego definir rasante sobre el palo izquierdo de Alsheeb.
La mejor combinación del conjunto de Scaloni llegaría a los 21 minutos con una pared entre Messi y Agüero en la que el Kun remató cerca del palo del arquero. Qatar inquietaba, sobre todo con su capitán Alhaydos.

En el complemento Messi conservó la idea de abastecer a Agüero y lo hizo con creces por momentos, aunque el Kun falló en la definición. Pero al ex Independiente le quedó una clara en el final y con un remate cruzado pudo aumentar la ventaja del equipo argentino.

Siguen siendo las mismas falencias futbolísticas las que salen a la luz partido tras partido en esta Copa América Brasil 2019. Aunque, esta vez y con el gol tempranero, a la Argentina se le generaron espacios que pudo terminar resolviendo para una clasificación angustiosa pero con final feliz.

Empieza un nuevo camino, que tendrá sede en Río de Janeiro el próximo viernes desde las 16 y ante Venezuela, rival que supo abofetearnos hace unos meses en Madrid.