El inicio de los dirigidos por Gonzalo Quesada fue rutilante. En apenas 4 minutos de juego, el equipo local forzó una ventaja de penal en territorio rival, lo que habilitó al apertura Joaquín Díaz Bonilla a dividir la pelota con una patada y tras un blooper de la defensa de los australianos, Tomás Cubelli se quedó con la guinda para zambullirse en el ingoal.

Lejos de conformarse con este arranque, Jaguares continuó jugando en territorio rival y doblegando a su adversario. Sólido tanto en las formaciones fijas como en defensa, los argentinos consiguieron dos penales que su apertura convirtió a los palos para aumentar la diferencia por 13-0.

Nuevamente el medioscrum argentino se mostró decisivo al forzar un penal dentro de las 22 yardas de Brumbies, que derivó en un line para los de negro cerca del ingoal y posteriormente en el try apoyado por Tomás Lavanini gracias a un maul agresivo.

Hasta acá el partido de Jaguares rozaba la perfección, sin infracciones, con la posesión a su favor y utilizando inteligentemente el pie en las situaciones que lo ameritaban. Sin embargo, luego de la primera hora de partido, Jaguares bajó su intensidad en ataque y si bien la defensa se mantuvo implacable, los australianos comenzaron a avanzar.

A dos minutos del final, un offside de la línea defensiva le otorgó un penal a Brumbies, que manejó bien las formaciones y mediante varias fases con sus forwards llegó al ingoal de Jaguares. Con la conversión, se fueron al descanso 20-7.