SALUD
29 de julio de 2019
Alimentos grasos que provocan sudoración
El olor corporal puede tener su causa en algunas comidas.
Conviene esquivarlos en la medida de lo posible para evitar un exceso de sudoración
La sudoración después de comer o durante las comidas –lo que se llama “sudor gustativo”– tiene su causa en las bebidas calientes y la comida picante o caliente: tu temperatura interna aumenta, y tu mecanismo de regulación corporal se activa. La comida picante y las bebidas calientes antes de a dormir pueden ocasionar sudores nocturnos. La cafeína estimula tus glándulas sudoríparas, y el alcohol ensancha los vasos sanguíneos en tu piel, lo que también puede hacerte sudar más.
La sudoración excesiva al comer puede significar un problema para algunas personas: todos los alimentos o simplemente pensar en ciertas comidas puede hacerlas transpirar.
Bajo ciertas condiciones, la ingestión de comida puede inducir a un aumento en la sudoración, lo que se explica directa o indirectamente a través de un efecto térmico. Por un lado, la ingestión de comida lleva a un aumento en el metabolismo, elevando la temperatura corporal y por ende la transpiración. Por otro lado, ciertas comidas calientes o picantes inducen también a una transpiración gustativa, confinada a la cara, cabeza y cuello. Esta reacción viene dada por una sustancia llamada capsaicina, que se une a los sensores de la cavidad bucal, conduciendo a una respuesta termorreguladora.
La sudoración no es más que un mecanismo para regular la temperatura corporal, ya que al eliminar agua esta se reduce al tiempo que se pierden electrolitos, fundamentalmente sodio. “La temperatura corporal está controlada por el hipotálamo, donde reside nuestro centro termorregulador, y una manera de regularla es mediante la sudoración”, señala el nutricionista de Medicadiet, Álvaro Sánchez.
Así pues, teniendo en cuenta que existe una relación directa entre la temperatura corporal y el sistema nervioso podríamos afirmar, “aunque no de forma categórica, como tantas otras cosas en el ámbito de la nutrición, que pese a que cada persona tiene mecanismos diferentes de sudoración podría existir una relación entre la alimentación y el sistema nervioso, es decir el funcionamiento del hipotálamo”.
La sudoración no es más que un sistema para regular la temperatura corporal
Por tanto, para evitar un exceso de sudoración, algo que por otra parte parece una batalla perdida cuando se disparan los termómetros como lo han hecho estas últimas semanas, conviene evitar en la medida de lo posible todos estos alimentos.
Café y té
Café, té y otras bebidas con cafeína pueden aumentar nuestra temperatura corporal y por lo tanto hacernos sudar, incluso si las consumimos frescas con hielo. Está demostrado que la cafeína “es un estimulante del sistema nervioso”, señala Sánchez, de manera que conviene mantenerla a raya especialmente en verano, cuando muchas personas rompen la rutina y tienden a consumir más refrescos carbonatados con cafeína, que además contienen grandes cantidades de azúcar.
Chile
Los alimentos picantes provocan un aumento de la temperatura corporal y nos hacen sudar, algo que por el contrario no se ha demostrado que ocurra con las sopas y bebidas calientes. “El sentido común hace que no nos apetezca tomar sopas, bebidas o cremas calientes en verano, pero no existen datos concluyentes que corroboren que los alimentos calientes provoquen sudoración”, señala Sánchez.
En el caso de los picantes como la pimienta, la cayena, el chile o el tabasco, entre otros, contienen una sustancia llamada capsaicina, la cual provoca una sensación de ardor que activa de inmediato los mecanismos del cerebro que alertan de un aumento de la temperatura corporal.
Alcohol
Muchas personas suelen incrementar su consumo en verano –esa cañita que tanto apetece cuando tenemos sed– sin saber que precisamente el alcohol va a hacer que la temperatura corporal aumente, ya que provoca que se dilaten los vasos sanguíneos y aumente el nivel de azúcar.
Por otra parte, el cuerpo reacciona de inmediato al consumo de alcohol y trabaja más para deshacerse de él a través del hígado, pero también de la orina y el sudor. De hecho, es bastante habitual que tras consumir abundante alcohol se produzca un exceso de sudoración nocturna.
Sánchez insiste en que es importantísimo “consumir mucha agua, ya que cuando sudamos en exceso es fundamental reponer el agua corporal, y mucho mejor si es fría ya que así contribuimos a reducir la temperatura del cuerpo”.
Cuando sudamos en exceso es fundamental reponer el agua corporal”
ÁLVARO SÁNCHEZ
El nutricionista asegura que buena parte de sus pacientes no ingieren apenas agua, un hábito poco arraigado en líneas generales, de manera que especialmente en verano “es fundamental marcarse unas pautas a la hora de consumir agua regularmente para compensar la perdida a través del sudor”.
La nutricionista de FullMusculo, Encarni Pérez, recomienda, en la misma línea, “evitar por completo el alcohol, y en el caso de que se ingiera tomarlo siempre de forma simultánea al consumo de agua, en las mismas cantidades, para evitar la deshidratación”.
Queso
Todos los alimentos excesivamente grasos y las comidas copiosas harán que nuestro aparato digestivo funcione lentamente, el organismo tenga que trabajar más y por lo tanto sudemos más.
Así pues, no tenemos que pensar únicamente en carnes grasas o guisos de cuchara, sino que todos los alimentos grasos, “desde el queso a los embutidos o las frituras” van a dificultar el proceso digestivo e incrementar la temperatura corporal. Para evitarlo, Sánchez recomienda repartir las tomas a lo largo del día, apostar por las comidas ligeras y evitar en la medida de lo posible las grasas.
Los alimentos excesivamente grasos y las comidas copiosas harán que nuestro aparato digestivo funcione lentamente
Los muy queseros deben optar siempre “por quesos menos curados, que son los menos grasos”, señala la nutricionista de La Gastronòmica, Clara Antúnez, de manera que la mozzarella y el queso de Burgos serán siempre mejores opciones en verano que manchego, pues son además mucho menos calóricas.
Papas fritas
Los alimentos hipercalóricos, como es el caso de las patatas fritas, obligan al cuerpo a gastar gran cantidad de energía en digerirlos, cosa que provoca un aumento de la temperatura corporal. Para evitar que esto ocurra no solo es importante limitar su consumo, sino optar por un aporte adecuado de probióticos, que mejorarán no solo las digestiones, sino también el estado emocional.
“Se ha demostrado que una correcta salud intestinal, con una macrobiota adecuada, ayuda a la prevención de enfermedades del sistema nervioso y mejora la salud emocional, algo que se está estudiando en pacientes con ansiedad y depresión”, explica Sánchez.
Por último, no hay que confundir la sudoración provocada por el aumento de temperaturas con la llamada hiperhidrosis secundaria o síndrome de Frey, una patología que padecen algunas personas que sudan cuando comen.
No hay que confundir la sudoración provocada por el aumento de temperaturas con la hiperhidrosis o síndrome de Frey
Esto se debe a que los nervios que fabrican la saliva también provocan sudor debido a algún tipo de alteración, ya sea un trauma o una cirugía en esta glándula. Sánchez insiste que sea cual sea nuestro caso, si nuestra sudoración se incrementa en verano es fundamental asegurarnos “de reponer correctamente sodio y otros electrolitos, que se pierden durante la sudoración, salvo en los casos de hipertensión arterial”.
Así pues, no está de más echar algo más de sal a las comidas, especialmente en los primeros días de calor, hasta que el cuerpo se aclimata a los termómetros. “Si practicamos deporte, es fundamental la ingesta de bebidas con electrolitos, que nos ayudarán además a reponer agua y glucosa”.
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