9 de agosto de 2019
Un futuro más 'healthy'
Las nuevas tendencias de los consumidores comer sano y natural.
La compañìas farmacéuticas responde a la nueva demanda y el auge de todo lo ‘healthy’ o saludable o sano.
Desde hace tiempo, muchas compañías farmacéuticas se han volcado más en los probióticos, los suplementos alimenticios y otros productos relacionados con la nutrición que en los medicamentos y participan como otro agente más en un sector alimentario en el que la innovación se ha convertido en un elemento imprescindible. Es una tendencia que crecerá como consecuencia de la nueva demanda y el auge de todo lo ‘healthy’ o, para emplear palabras más propias, de todo aquello que se ve como saludable o sano.
Queremos seguir comiendo y bebiendo porque es algo que necesitamos para vivir, pero podemos seguir haciéndolo sin unas pautas mínimas de cordura, sin tener en cuenta la salud o adaptándonos a los requerimientos de una sociedad más moderna y sana. Eso significa salud (alimentación adecuada), sostenibilidad (menos desperdicios, reaprovechamiento y respeto al medio ambiente) y estilos de vida más sanos (ejercicio físico y menos sedentarismo).
Los efectos de este cambio van desde la materia prima que se utiliza para elaborar los productos hasta el envoltorio en el que se colocan estos en las estanterías para ser vendidos. En resumen, menos azúcares y grasas en la alimentación y menos plástico en los empaquetados. Casi nada. Y nuevas ofertas destinadas a vegetarianos, veganos, ‘flexitarianos’... las opciones son casi infinitas.
No toda la responsabilidad de nuestros males es de lo que comemos sino de cómo vivimos. La máxima expresión de todo ello es la obesidad, una de las lacras de las sociedades más avanzadas y desarrolladas, considerada por algunos como la epidemia del siglo XXI. Pero superarla no es solo una cuestión de buena alimentación sino de estilos de vida saludables. Y todos esos excesos conviven, paradójicamente, con las carencias en forma de la desnutrición y el hambre en que padece una buena parte de la humanidad de los países más pobres del planeta, otra lacra que el sector puede contribuir a solventar.
La industria de la alimentación y las bebidas es un sector sin duda estratégico y que está muy atento a las nuevas tendencias de los consumidores. Con el 16% del total de la industria y el 20% de la manufacturera, cuenta con más de 31.000 empresas y medio millón de empleos directos; una tasa de empleo femenino y juvenil por encima de la media nacional; y unas exportaciones que superan los 30.000 millones de euros. Son armas suficientes para afrontar un futuro más ‘healthy’ con optimismo.
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