Alberto Fernández mantendrá esta semana una nueva videoconferencia con los gobernadores para definir la nueva fase del aislamiento “administrado” en las provincias luego del pedido de algunos mandatarios para comenzar a poner en marcha la actividad económica en sus distritos. La Casa Rosada ya descartó una apertura parcial en la región AMBA, que abarca a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y al conurbano bonaerense, pero en la reunión de la unidad coordinadora que encabeza Santiago Cafiero comenzaron a analizarse pedidos puntuales de los gobiernos provinciales.

En principio, este jueves el Presidente mantendría la tercera videoconferencia con los gobernadores para repasar los resultados de la prórroga del aislamiento social obligatorio y definir qué actividades podrían regresar a funcionar en el interior de las provincias. Está descartado, por consejo del comité de médicos que asesoran al Jefe de Estado, un relajamiento del confinamiento en los centros urbanos, pero existe la posibilidad de habilitar actividades en pequeños distritos vinculados a la agricultura y la ganadería donde no se hayan registrados casos de coronavirus. Alberto delegó en los gobernadores la nueva fase de aislamiento obligatorio para que los mandatarios asuman la responsabilidad política de cualquier medida que se tome en sus distritos en caso de que se genere un brote de contagios.
Hoy fue un día de interconsultas permanentes en el gobierno nacional, y también en la administración de Axel Kicillof. A la videoconferencia con gobernadores prevista para el jueves se sumaría otra el viernes entre el Presidente e intendentes de todo el país. Los jefes comunales son quienes tiene el pulso de la pandemia en sus territorios y, en definitiva, los encargados de administrar el aislamiento y la emergencia sanitaria. A las 14, un grupo de intendentes del conurbano mantuvo una conferencia virtual con Nicolás Kreplak, viceministro de Salud bonaerense y brazo ejecutor del gobernador en materia de política sanitaria. El mapeo de casos en la provincia, arroja que al menos 58 municipios están libres de coronavirus. Existen regiones sanitarias del interior de Buenos Aires, como la quinta, donde sólo se registra un infectado en Junín. El plan de Kicillof, previo aval de la Casa Rosada, apunta a liberar determinadas actividades productivas a partir del próximo lunes.

Las urgencias económicas, y financieras de las provincias, empujan a los intendentes del conurbano a la ventanilla de Nación en busca de fondos para asegurar el pago de salarios de abril y mayo en medio del parate económico. Así como partidas para afrontar los gastos que demanda la pandemia en materia sanitaria en sus distritos. Eso fue lo que conversaron Alberto, Juan Zabaleta (Hurlingham) y Jorge Macri esta tarde en Olivos. A la salida de la reunión con el Presidente, estos intendentes se cruzaron con Sergio Massa. El Presidente de la Cámara de Diputados sobrevoló en helicóptero el área metropolitana para controlar el cumplimiento de la prohibición de circulación de vehículos junto a Eduardo “Wado” de Pedro y Sabina Frederic.

Massa repasó con Alberto el paquete de leyes que se debatiría en una sesión virtual luego de que la Corte Suprema responda el pedido de declaración de certeza presentado por Cristina Fernández de Kirchner, titular del Senado, para convalidad la legalidad de una votación remota en el Congreso. Además del impuesto a las “grandes fortunas”, el Presidente y exintendente de Tigre evaluaron la posibilidad de incluir la eliminación del impuesto a las ganancias al personal de servicios esenciales así como una sistemas de premio a la inversión productiva para quienes destinen a proyectos productivos los fondos del último blanqueo de capitales. Ninguna iniciativa va a avanzar sin que Massa reciba luz verde de Alberto. Massa ya tiene lista la modificación reglamentaria que permita la sesión virtual: identificación facial con régimen de validación por el Renaper que permite dar quorum a distancia y que no haya trampa junto a un sistema de claves para loguearse y votar de forma remota.

En cuanto a los gobernadores, la semana pasada el Presidente les anunció un paquete de ayuda de 120 mil millones de pesos que se repartirán vía ATN y préstamos. La mitad ya fue girado a las provincias. Algunos distritos como La Pampa, Córdoba, Santa Fe, Río Negro y Mendoza ya adelantaron que no aplicarán la cuarentena “administrada” y que seguirán con la política de aislamiento estricta recomendada por la Casa Rosada. La provincia de Buenos Aires sí presentará un plan de apertura paulatina en los municipios donde no se registran casos aunque el conurbano, el foco más crítico en materia social, seguirá blindado y sin actividad económica.

En Misiones preparan un pedido para habilitar algunas regiones vinculadas a la plantación y cosecha de yerba mate así como la actividad forestal. Salta haría lo mismo con el tabaco y Tucumán con los ingenios azucareros. Sin embargo ningún gobernador está convencido de relajar la cuarentena de cara al pico de contagios previsto para mayo. La Unidad de Coordinación General del Plan Integral para la Prevención de Eventos de Salud Pública es encabezada por Cafiero también participan los ministros Ginés González García (Salud), De Pedro (Interior), Matías Kulfas (Desarrollo Productivo), Martín Guzmán (Economía), Claudio Moroni (Trabajo) y Felipe Solá (Cancillería), según la decisión administrativa 497/2020, publicada en el Boletín Oficial.

En las últimas 72 horas, Cafiero y De Pedro realizaron una ronda de consultas con todos los gobernadores, en pos de avanzar en el análisis de posibles aislamientos jurisdiccionales, en algún sector productivo o región, en el marco de la actual etapa de cuarentena "administrada". Alberto encomendó al jefe de Gabinete ser el vínculo con cada gobernador para la evaluación de los pedidos y, de esta manera, tendrá la posibilidad de "exceptuar la prohibición de circular al personal afectado a determinadas actividades y servicios o a las personas que habiten en áreas geográficas específicas y delimitadas".

El viernes pasado, al anunciar la extensión del aislamiento obligatorio, que se inició el 20 de marzo, Fernández dijo que se analizaría con cada uno de los gobernadores y el jefe de Gobierno porteño pedidos de posible flexibilización de la medida, por ciudades o sector productivo. De todos modos, el jefe de Estado aclaró que la resolución final será del Poder Ejecutivo nacional, ya que -según recalcó- la prioridad es tratar de "aplanar la curva de casos de coronavirus y extender el pico todo los posible hacia más adelante", para evitar el colapso de la red sanitaria ante las consultas e internaciones.