En las últimas horas confirmaron que Fernando Polack, el médico argentino que el laboratorio estadounidense Pfizer contrató para probar en Argentina la vacuna contra el coronavirus dio positivo para Covid-19.

Según informaron portales nacionales, Polack dejó de asistir al Hospital Militar Central debido a que tiene que cumplir con el aislamiento obligatorio por haber dado positivo. En ese lugar, se llevan adelante los testeos de la vacuna en pacientes voluntarios desde principios de agosto, donde hasta hace unos días se lo veía a Polack ir y volver por los pasillos.

El propio Polack, en diálogo con un portal de noticias, confirmó la versión sobre su recontagio y recordó: “En la segunda quincena de abril me fui a dormir con una leve molestia en la garganta que se transformó en la mañana en febrícula, un poco de tos y decaimiento. Cuando casi no circulaba el SARS CoV2 en Buenos Aires y recién se iniciaba la cuarentena, terminé pasando 14 días en casa con un cuadro leve de coronavirus que desapareció como vino”.

El infectólogo, que también está realizando un estudio sobre la utilización de plasma de convalecientes para mitigar los efectos del coronavirus, señaló hoy cómo fue esta segunda infección: “Hace un par de semanas un contacto estrecho empezó con síntomas y luego fue diagnosticado con Covid-19. Mi primer hisopado entonces fue negativo. He tenido varios hisopados negativos después de mi primer episodio, pero un día más tarde me sentí un poco cansado y luego perdí el olfato. Esta vez el test de PCR confirmó que me había reinfectado levemente como es enteramente esperable en todos los seres humanos que contraen enfermedades respiratorias virales. Por suerte el segundo episodio se ha terminado”.

Pese a lo particular del caso, Polack ya había dejado en claro que es algo probable y lógico que se diera: “En general, las temporadas virales duran dos o tres meses y para cuando nuestras defensas en la nariz se acabaron, los virus han emigrado al hemisferio norte. Entonces tenemos un episodio cada año o cada par de años. Pero como el coronavirus se ha quedado por un buen tiempo en Buenos Aires, se producen los recontagios. Y también me tocó a mi”.

En esta misma línea, amplió: “Todas las infecciones virales respiratorias funcionan igual. Protegen muy bien y por buen tiempo el pulmón, y mal y por corto tiempo la nariz. Esto explica que nos resfriemos una y otra vez en los inviernos y permite que cambiemos esa molestia por defensas que en cada nuevo episodio son refinadas por el cuerpo para ser mejores. La inmunidad es parecida a la escultura, requiere mucho trabajo para ser muy buena. Las reinfecciones son la regla en estas enfermedades respiratorias y no tienen nada de especial. Son normalmente leves y mantienen la memoria inmunológica para que el cuerpo pueda decir ’yo a este virus lo conozco’ la próxima vez que aparezca”, concluyó.