POLITICA
14 de octubre de 2020
Alberto Fernández en coloquio IDEA: Necesitamos una Argentina que crezca con confianza
Una captura del discurso de Alberto Fernández desde su despacho en la quinta de Olivos.
La Apertura del 56° Coloquio de IDEA, que se desarrolla bajo el lema “Qué país queremos ser”.
El presidente Alberto Fernández participa, por videoconferencia, de la Apertura del 56° Coloquio de IDEA, que se desarrolla bajo el lema “Qué país queremos ser”. El mandatario expone en el evento organizado por el Instituto para el desarrollo empresarial de la Argentina (IDEA) que, por primera vez y debido a la pandemia de coronavirus, se realizará completamente de manera virtual.
El presidente Alberto Fernández sostuvo hoy que es "imperdonable seguir haciendo las cosas mal y que la justicia legitime peores prácticas" y llamó a "recuperar la convivencia democrática".
"Esa Argentina dividida solo trae problemas", dijo al exponer esta mañana durante el coloquio de IDEA, y cuestionó "estos días de marchas y marchas donde solo se hacen reclamos y hasta protestas en domicilios particulares; este país no funciona más". En un extenso discurso en el que defendió las medidas de su Gobierno, pidió una mayor "tolerancia democrática" y dejó duros cuestionamientos a Mauricio Macri y a la Justicia, el presidente Alberto Fernández habló en la apertura del 56° Coloquio de Idea que, por primera vez en su historia y obligado por las restricciones por la pandemia de coronavirus, se realiza de manera virtual.
Allí, ante los principales empresarios del país, el mandatario les pidió que inviertan en Argentina porque "el contexto es favorable", pese a que admitió que enfrenta "un problema por la falta de dólares" que, afirmó, es heredado. Pero también dejó fuertes definiciones sobre la coyuntura económica: aseguró que no habrá devaluación y que "jamás" tocaría los depósitos bancarios de las personas.
"Claro que tenemos problemas. Hoy mismo estamos enfrentando un problema por la falta de divisas que objetivamente heredamos y por una desconfianza que se crea porque se repiten cosas que objetivamente no son ciertas. Desde los que plantean que se viene una devaluación hasta que nos podemos quedar con los depósitos de la gente. Jamás haría semejante cosa", aseguró.
Pese a que estaba pautado que el discurso de Fernández durara 20 minutos, lo cierto es que el mandatario se extendió por 43 minutos y recorrió casi todos los temas más importantes que atraviesan la realidad argentina.
"Necesitamos una Argentina que crezca con confianza y necesitamos que los empresarios, de una vez y para siempre entiendan que tenemos que trabajar juntos para desarrollar a la Argentina. Trabajar juntos para poder encontrar la salida. Tenemos muchísimas oportunidades. Porque la Argentina las ofrece y porque el contexto es favorable para las inversiones", afirmó.
La Justicia y las protestas
En un momento de su discurso, el jefe de Estado mencionó su "preocupación de que la Argentina tenga una calidad institucional que ha perdido" y dedicó unos minutos para hablar de la Justicia y los polémicos traslados de los jueces Pablo Bertuzzi, Leopoldo Bruglia y Germán Castelli.
"Cuando planteamos cosas vinculadas a la Justicia, no lo hacemos para buscar impunidad de nadie ni beneficiarnos, sino para que la Argentina recupere la justicia que se ha perdido. ¿Qué pensarían ustedes si las vacantes que hoy existen en la Argentina yo las cubro con jueces amigos míos, sacándolos de un tribunal y pasándolos a otro? ¿Esa es una mejor justicia? Bueno, eso nos pasó y se hizo con el silencio cómplice de muchos", señaló.
Fernández agregó que "si quisiera ser un sinvergüenza que aprovecha ese antecedente", se hubiera "quedado callado y aprovechado".
"Pero no creo en eso. Creo que la seguridad jurídica exige jueces dignos y probos que den un concurso. Cuando eso no pasa, el sistema judicial sufre. Creo verdaderamente en la democracia y el sistema republicano y por eso exijo que las instituciones se construyan en base de las pautas de la Constitución. Estas batallas son mostradas mediáticamente como irracionales. Lo único irracional e imperdonable es seguir haciendo las cosas mal y que la Justicia lo legitime", siguió.
El dirigente peronista vinculó esa "calidad institucional" con la "convivencia democrática", algo que "hace muchos años hemos perdido".
"El mayor flagelo es la intolerancia, la descalificación por no pensar como yo. Eso nos ha llevado a una Argentina dividida que solo trae problemas. No hablo solo de la política. En estos días hemos visto marchas marchas y marchas donde se plantean hasta protestas en domicilios particulares de jueces, de la vicepresidenta, aquí en Olivos... todos reclamos repletos de agresión, insultos y maltrato. Ese país no sirve más", sentenció.
La pandemia
Al comienzo de su intervención, el mandatario habló sobre el contexto provocado por la pandemia del coronavirus. Señaló que "nadie ha podido salir indemne del colapso económico" y que "los países que mas celebran, celebran haber ganado un poquito".
"Eso nos obliga a repensar un mundo que difícilmente vuelva a ser lo que fue. Parece que el virus se va y siempre está volviendo. Ahí la tienen a Europa, soportando una segunda ola. Es un virus imperceptible, pero ha tenido la capacidad de llevarse millones de vidas humanas y además, muchísimas empresas que han dejado sin trabajo a cientos de miles de personas. Se ha llevado bonos de estados muy fuertes", planteó.
Para el jefe de Estado, la situación actual "hace pensar en un sistema mucho más solidario". "Atravesamos un tiempo que se llamó posmodernismo y la característica fue el individualismo. Garantizarme yo mismo como ser exitoso y despreocuparme por el otro. El exitoso ha sido el que acumulaba fortunas. Y ese sistema llevó a que muy pocos concentren la riqueza y millones y millones distribuyen la pobreza. Esto evidencia el coronavirus y también llama a la reflexión para que pensemos un poco lo que podemos construir nosotros en Argentina".
La herencia
En línea con sus declaraciones públicas de las últimas semanas, Fernández aseguró que cuando llegó al Gobierno recibió "una Argentina que estaba muy enferma, un país en terapia intensiva".
"En enero de 2018, los mercados financieros se cerraron al mundo después de que la Argentina se endeudara alocadamente. Cuando tuvieron que enfrentar esa deuda, no tuvieron mejor idea que pedirle más dinero al Fondo y lo único que hicieron con ese dinero fue permitir que se fugue. Cuando llegamos al gobierno, la Argentina estaba con 36 puntos de pobreza y con muy pocas reservas, porque solamente entre las PASO y las elecciones generales se fugaron 23 mil millones de dólares",
Así, explicó, "llegamos a un cepo, a una Argentina recesiva, con dos años de caída del consumo y con más de 25 mil pymes cerradas". El gobierno de Mauricio Macri, siguió, "había potenciado el desempleo y la precarización del trabajo a través de las formas del monotributo".
"El gobierno decidió ser un gobierno preocupado por los empresarios. Nosotros llegamos con todas nuestras fuerzas y nuestras ganas a poner la marcha de la producción y a los tres meses apareció el primer caso de coronavirus. Todo nuestro objetivo cambió", dijo.
La cuarentena
"Nuestra principal urgencia fue reconstruir un sistema de salud que había sido virtualmente desmantelado. La cuarentena sirvió para ponerlo de pie. El ministerio de Salud no existía. Tan ausente estaba que dejaron vencer en galpones de la aduana millones de vacunas. Nunca había sido maltratada la ciencia y la tecnología como en esos cuatro años. El gobierno de la Provincia hacía gala de no querer abrir hospitales", disparó Alberto contra la anterior administración.
Así, volvió a criticar a Mauricio Macri, quien el lunes, en su reaparición en un medio argentino desde su salida de la Casa Rosada, había cuestionado con dureza las restricciones aplicadas en marzo y había afirmado que "no sirvieron para nada".
"Tuvimos que volcar todo nuestro esfuerzo para garantizar que nadie se quedara sin atención sanitaria. La experiencia de Europa nos decía que en aquellos países donde el sistema sanitario había fallado, las muertes se multiplicaban. No queríamos que eso nos pasara. Trabajamos mucho. Multiplicamos más de dos veces las camas de terapia intensiva. Debimos hacerlo en un país que había sumido en la pobreza al 36 por ciento de los argentinos", continuó Fernández.
El mandatario destacó la creación del IFE, que "dejó al descubierto que 9 millones de argentinos estaban fuera del sistema".
"Ese fue el país que recibimos. Entre todos cooperamos y repentinamente la solidaridad se volvió regla entre nosotros. Repetimos la frase del Papa Francisco de que aquí nadie se salva solo. El individualismo no servía", agregó.
Respecto de la ayuda a las empresas, el jefe de Estado planteó que a través del ATP "se llegó a más de 236 mil empresas que sin la ayuda del Estado tal vez hoy no existirían".
"A veces escucho decir que al Gobierno no le importan los empresarios, pero llevamos adelante un programa para atender la Producción y el Trabajo. Si uno tiene ese dato y ve cuánto ha caído el empleo registrado, se va a dar cuenta de que cayó en el mismo promedio que en Europa. Es un buen dato comparado con otras regiones del mundo", explicó.
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