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ECONOMIA

3 de agosto de 2021

El Gobierno Nacional licita $224.000 millones

El Gobierno apuesta a conseguir financiamiento más barato por tener expectativas distintas a las del mercado.

Vuelven los bonos dólar linked para hacerse de más pesos y mostrar la confianza oficial en que no habrá devaluación poselectoral.

El Ministerio de Economía realizará hoy la primera licitación de agosto. Será una prueba importante para el plan financiero oficial. En esta operación buscará renovar los cerca de $224.000 millones que vencen esta semana, que representan el 70% de los pagos de deuda en pesos del mes. Para eso, el equipo de Martín Guzmán ajustó la estrategia y planteó un menú de instrumentos distinto con varios objetivos: obtener fondeo neto para acotar las necesidades de emisión monetaria, estirar los plazos de colocación y, a través del regreso de los bonos dólar linked, dar una señal concreta de que el Gobierno no planea devaluar después de las elecciones.

Este jueves expiran unos $160.000 millones remanentes del Boncer TX21 (ajusta por inflación), luego de que el canje realizado en julio despejara el 58% del vencimiento. Ese mismo día, según datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso, caducan $61.114 millones del Bono a tasa Badlar TB21 y $138 millones del Bono Dual TD21. Al día siguiente, vencen $3.105 millones del TB23.
Para renovar estos pagos y obtener un colchón de financiamiento adicional, la Secretaría de Finanzas anunció que apuntará a colocar $233.555 millones, un monto que igualmente es ampliable. El objetivo, en principio, es conseguir $190.000 millones mediante cinco títulos a tasa variable (Badlar) y atados a la inflación (CER). Además, buscará el equivalente en pesos a u$s450 millones en dos bonos dólar linked, que al tipo de cambio oficial de ayer equivalen a $43.555 millones.

Estos últimos son la gran novedad de la colocación. Los bonos dólar linked habían sido ofrecidos por última vez en mayo. Se trata de títulos que se suscriben y se pagan en pesos pero que siguen la evolución del tipo de cambio oficial, por lo que brindan cobertura cambiaria a los tenedores. En este caso, Finanzas reabrirá el TV22 y el T2V2, que vencen en abril y noviembre de 2022. En las últimas semanas estos bonos pasaron a rendir tasas negativas en el mercado secundario ante el crecimiento la demanda en plena tensión sobre los dólares paralelos.

El relanzamiento de los dólar linked persigue un doble objetivo: el Gobierno quiere, por un lado, aprovechar la búsqueda de cobertura de quienes apuestan por un salto cambiario poselectoral para ampliar el fondeo y, por otro, dar una señal al mercado de que no se prevé devaluar, como reafirmó el domingo el propio Guzmán. “No esperamos ninguna disrupción cambiaria después de las elecciones”, dijo en C5N.

Fuente oficiales señalaron que “en los niveles actuales de rendimientos, los dólar linked son instrumentos que complementan la estrategia financiera” porque les permite a los inversores diversificar carteras. “A veces el mercado de futuros (otra opción para cubrirse de una devaluación) es muy ilíquido en los plazos largos. La oferta del Tesoro, en cambio, tiene muy buena liquidez”, agregaron.

Joaquín Waldman, economista de Ecolatina, consideró: “El Gobierno apuesta a conseguir financiamiento más barato por tener expectativas distintas a las del mercado. Es decir, al endeudarse en dólar linked, si el dólar sube, el mercado recibe un rendimiento más importante y resulta más caro para el Tesoro. Pero si sube menos de lo que espera el mercado, el endeudamiento es más barato que a tasa fija o CER”.

A diferencia de las colocaciones previas, en las que primaban las letras de muy corto plazo a tasa fija (Ledes) o ajustadas por la tasa de Pases del Banco Central (Lepase), esta vez ninguno de los siete títulos ofrecidos vencerá este año. El plazo promedio de los instrumentos ofrecidos hoy es de 386 días. Así, buscan evitar una mayor concentración de pagos en los meses electorales, cuando refinanciarlos podría ser más complejo. Una muestra de esto ya se vio en la última licitación, cuando los funcionarios decidieron adjudicar poco más de la mitad de lo ofrecido por el mercado para una Ledes a septiembre.

Además de los dólar linked, Finanzas reabrirá las emisiones de una Lecer a febrero y el bono a tasa Badlar AA22 a abril próximo; más el bono Badlar TB23 y el Boncer TX23, que expiran en febrero y marzo de 2023. También lanzará una nueva Lecer a julio de 2022, que será el único instrumento con precio mínimo: el piso será de $972,74 por cada $1.000 de valor nominal, lo que equivale a una tasa real máxima de 2,86%, casi tres décimas por encima de lo que pagó la semana pasada por una Lecer a junio de 2022. Ya en las licitaciones previas subió levemente las tasas de las letras indexadas. Esto muestra que “el mercado le está pidiendo un poco más de rendimiento para rollear”, sostuvo Waldman.

“Es una estrategia pragmática. No licitan Ledes ni Lepase porque saben que el interés no está ahí. Tienen que rollear el TX21, del que hay una parte importante en manos de fondos y bancos. Ese componente institucional seguramente va a demandar CER, por eso ofrecen TX23 y Lecer. También ofrecen dos bonos a Badlar, como para que los bancos no queden descalzados en tasa por el vencimiento del TB21. Es difícil saber si el financiamiento neto va a ser positivo porque es un vencimiento importante, en un 95% con acreedores privados. Dependerá de qué tasa quieran convalidar en algunos casos”, señaló Juan Ignacio Paolicchi, economista de Empiria.

Por su parte, Lorena Giorgio, economista jefa de Equilibra, consideró: “La estrategia de Finanzas tenía una limitación porque el sector público no tiene mucho margen para seguir incrementando su endeudamiento neto con el Tesoro y los bancos ya aportaron $200.000 millones del máximo de $700.000 millones que podían migrar de Leliq a títulos para integrar encajes”. Por eso, consideró importante que se hayan diversificado las opciones con los dólar linked y con nuevas alternativas para los bancos. En este caso, los títulos que podrán integrar como encajes son las Lecer y el AA22.

Con este combo, Economía apunta a conseguir algún fondeo extra por sobre los vencimientos que permita pensar en un exigente agosto con mayor endeudamiento en el mercado. En julio ya se hizo sentir el peso de los compromisos y el porcentaje de rollover pasó del 125% en el primer semestre a un 112%. La intención oficial es sostener el mix de financiamiento del déficit en 40% deuda y 60% asistencia del BCRA, como establece el Presupuesto, para evitar que una mayor emisión monetaria presione sobre el dólar. En lo que va del año, la proporción se mantiene en 44% y 56% respectivamente. Aunque, por estacionalidad y ampliación del gasto (luego de la disciplina inicial), el mes pasado los envíos del Central al Tesoro se acrecentaron.

“Ante un segundo semestre en el que el Tesoro tendrá que financiar un déficit primario de $1,3 billones y los vencimientos en pesos superan hasta ahora en un 20% a los del primer semestre (aún resta que gran parte devengue cupón), es indispensable estirar los plazos de colocación más allá de diciembre y reducir la necesidad de asistencia del BCRA”, completó Giorgio.



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