Las escuelas de todo el país volvieron a la presencialidad, pero ocurre algo curioso: la educación superior sigue en modo pandemia y aún no hay clases plenas en los centros universitarios. Los rectores, como Daniel Pizzi de la Universidad Nacional de Cuyo, tomaron con "extremo celo" los protocolos y no convocaron al retorno pleno. Ahora el Ministerio de Educación de la Nación busca eliminar la última traba que parecía haber: el distanciamiento de 1,5 metros como restricción. 

Con esa medida se habilitaría la presencialidad plena en las Universidades. Al menos en teoría. Es que cada casa de estudios tiene autonomía para decidir; e incluso cada facultad también puede decidir. En eso se escudan también los rectores, 

El Ministro de Educación Jaime Perczyk es quien firmó, según citan otros medios, la resolución que elimina el distanciamiento de un metro y medio. Pero falta el aval de Salud. La norma citada tiene una disposición particular. "Establecer que la efectiva reanudación de las actividades académicas presenciales en Universidades e Institutos Universitarios será decidida por las autoridades provinciales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, según corresponda, quienes podrán suspender las actividades y reanudarlas conforme a la evolución de la situación epidemiológica”, dice la resolución.

El tema es que las universidades son jurisdicción nacional y las normas que dispongan las autoridades educativas provinciales no tienen injerencia.

Las universidades privadas ya habían avanzado en la presencialidad plena. La Universidad Nacional de Cuyo no. El Rector Pizzi se escuda en la "presencialidad inteligente" y en la decisión de cada Facultad. Pero las clases siguen sin ser presenciales. 

El retorno será igualmente gradual porque hay cátedras armadas para la virtualidad y alumnos de zonas alejadas que no podrían volver tan rápidamente a la zona donde están las sedes académicas.