A poco de cumplirse dos años de la sanción de la Ley de Alquileres que trajo dolores de cabeza tanto para propietarios como inquilinos, se dieron a conocer los porcentajes de incrementos vigentes para el mes de junio que superan el 55% anual y se calcula que el aumento en julio será cercano al 60%. 

A los aumentos de los servicios públicos y el combustible se suman los incrementos que deberán afrontar los inquilinos a partir de este mes. Las actualizaciones de los valores de los alquileres se realizan según una combinación entre el índice de inflación (IPC) y el de evolución salarial (RIPTE) en partes iguales. De esa manera, cada 12 meses los inquilinos deben afrontar una suba en base a los aumentos salariales y la inflación, siempre sobre el valor original del alquiler.

Si bien la intención inicial de la ley de alquileres era bajar el precio beneficiando a los inquilinos, la realidad fue que muchas personas vieron muy poco rentable alquilar una propiedad, por lo que decidieron vender.

Desde la aplicación de la normativa vigente desde julio de 2020, los efectos negativos repercutieron en un mercado inmobiliario que hoy registra la oferta disponible de alquileres más baja de la historia, situación que impacta de manera directa en la suba de precios de los mismos y en la baja rentabilidad que poseen los propietarios.

"A partir del 1 de junio los contratos que están bajo la órbita de la nueva ley de alquileres tendrán una actualización que alcanza el 56% anual",  "Según las proyecciones el incremento previsto para el mes de julio será aún mayor y se acercará al 60% anual".

En ese sentido, a partir del mes de julio, los acuerdos que se firmaron con la antigua ley de alquileres dejarán de tener vigencia ya que se cumplen los dos años de los últimos contratos que se firmaron bajo esas condiciones. A partir de esa fecha, todos los nuevos acuerdos contractuales quedarán bajo la órbita de la Ley de Alquileres sancionada en el 2020. 

La buena noticia para los propietarios
La baja rentabilidad de los inmuebles para alquileres que se percibe desde el 2018 y que tuvo una gran profundización en el 2020 a partir de la sanción de la Ley de Alquileres, fue uno de los motivos para que los propietarios pusieran a la venta sus propiedades. 

"La rentabilidad de los alquileres para los propietarios durante el 2019 y 2020 registró una baja histórica, estamos hablando del 2% de renta al año sobre el capital invertido cuando históricamente siempre fue del 7% anual", explicó Puelles Milán y agregó: "Actualmente observamos una pequeña recuperación de la rentabilidad en términos de precios relativos y poder de compra que tiene el propietario con el alquiler de un inmueble".

El especialista aseguró que si bien en dólares la rentabilidad es muy baja y está casi descartada en Argentina, en términos de poder de compra se observa una recuperación que está dada por el aumento de los alquileres (que en algunos casos superan el 55% anual). "Ese 2% de rentabilidad que era muy bajo e hizo que muchos propietarios sacaran sus inmuebles de alquiler se viene recuperando muy lentamente", finalizó Puelles Milán.