17 de agosto de 2023
Los juguetes remarcados a horas del Día del Niño
Minoristas y mayoristas venden a precios altos y sin poder prever como continuará el mercado de los juguetes en la previa del Día del Niño.
Es cierto que el tiempo no ayuda en estos últimos días previos al Día del Niño, pero la imagen que ofrecen las jugueterías y polos comerciales no augura grandes cantidades de consumo. Precios altos, pocos clientes y pocas promociones son lo que reina en los locales más chicos, mientras que en los grandes del sector ganan por variedad de juguetes y la posibilidad de, aunque sea mínimo, algún tipo de financiamiento.
En barrios donde los juguetes suelen ser más económicos, como el Mercado San Miguel y los Free Shopping, no hay una gran diferencia con las grandes cadenas de juguetería. Un muñeco o muñeca de moda oscila alrededor de los $10.000, mientras que un auto o camión ya se ubica en los $15.000. Los juegos de mesa nacionales ofrecen precios muchos más accesibles que aquellos de licencia internacional, con un precio casi 100% mayor.
Un empleado de una firma de renombre explicó a este medio que estuvieron "todo el día actualizando precios, pero por suerte estamos vendiendo". La situación es diferente para los pequeños comerciantes como Salvador, que tiene un local en el barrio de Once y resalta que se está vendiendo poco y que los clientes no gastan más de $6.000. "El último pedido me lo trajeron con un 10% de aumento, pero ya me avisaron que para el próximo va a haber un 30%", comentó Salvador a FMFleming.
En San Cristóbal barrio de Buenos Aires, donde hay una gran cantidad de distribuidoras y mayoristas de juguetes donde no había muchos precios, producto de la incertidumbre del mercado. Tanto allí como en las grandes cadenas, otro fenómeno que aparece es el de los robos, donde gente que no llega a comprar un juguete pero también muchos amigos de lo ajeno, aprovechan cualquier desatención para sacar provecho y llevarse entre las ropas algún juguete.
Una vida entre juguetes que ya no alcanza
Salvador tiene 73 años pero sigue trabajando en su juguetería en Once. El trabajo le sirve para paliar los valores miserables de los haberes mínimos, requiriendo de los ingresos del local para sostenerse: "Yo por mí no me preocupo tanto, pero si me preocupan mis hijos y mis nietos", remarcó.
La tristeza no le escapa y los ojos se le ponen vidriosos cuando habla de la realidad que lo atraviesa, mientras explica que "no hay muchas ventas, pero mientras pueda voy a seguir trabajando; ya veré que pasa si no logro reponer". Él mismo entiende que los reclamos son justos y que algo hay que hacer para que "los más jóvenes puedan tener un país como el que tuvimos nosotros de chicos".
El Día del Niño es una celebración que nació específicamente por motivos comerciales, pero con el tiempo fue tomando valor por la importancia de asegurar la niñez y los derechos que tienen los más chicos. En ese sentido, Salvador destacó que una de las cosas que más le preocupan de la crisis es que "la infancia se va acortando y eso es un problema de todos
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