El martes se produjeron las dos primeras renuncias, con Sergio Urribarri y Diego Bossio 

imero le tocó el turno al gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri. Luego le llegó la hora al titular del Anses Diego Bossio. Hoy, finalmente, se produjo la tercera baja: el viceministro de Desarrollo Social de la Nación, Carlos Castagneto. Así, como una especie de dominó en caída, uno a uno los candidatos del kirchnerismo fueron declinando sus aspiraciones electorales, con posibles nuevas bajas.
Las apuestas en el ámbito político se concentran ahora en acertar quiénes serán los proximos candidatos en alejarse del escenario electoral. Es que aun después de estas deserciones son muchos los dirigentes que aspiran a la presidencia o a la gobernación bonaerense, pese a sus bajos niveles de intención de voto o de conocimiento entre el electorado.
Entre ellos aparecen en la lista el titular de Defensa, Agustín Rossi, y el ex canciller Jorge Taiana, entre otros, quienes hasta el momento parecen haber omitido la orden presidencial y siguen adelante con sus propuestas para llegar al sillón de Rivadavia.
La decisión de Urribarri, Bossio y Castagneto se produjo tras el pedido oficial de la presidenta Cristina Kirchner, quien la semana pasada lanzó algunas indirectas durante la cadena nacional. En ese sentido, la mandataria apuntó directo a sus compañeros de fórmula: les solicitó que se den "un baño de humildad" y tengan "una mirada más atenta". Un día después dirigentes del PJ se reunieron y llegaron a una misma conclusión: reducir el número de candidatos, pese a que ninguno -hasta ese momento- se había dado por aludido.
Ahora el tablero político parece haber dado un vuelco y se empiezan a acomodar algunos jugadores. Primero con la comunicación del entrerriano Urribarri, que aunque aseguraba estar dispuesto a darle pelea al gobernador bonaerense Daniel Scioli, resignó sus aspiraciones por llegar a la Casa Rosada en pos de cumplir con la intención de la jefa de Estado. "Pertenezco a este proyecto y seguiré trabajando desde el lugar en el que sea necesario", sostuvo a través de una carta abierta, al aludir a su baja a la precandidatura por la presidencia.
Quien continuó con el "baño de humildad" fue Bossio, una renuncia electoral que despertó sorpresa incluso dentro del oficialismo. "Estoy seguro que otros compañeros escucharán su pedido como lo hecho yo y también sumarán sus esfuerzos generosamente para que Buenos Aires siga siendo gobernada por el peronismo y pueda así seguir resolviendo sus inmensos desafíos", sostuvo mediante una carta dirigida a la jefa de Estado, que publicó en su cuenta de Facebook.
La decisión de Urribarri y Bossio confirma que el Ejecutivo tomó nota de la polarización del escenario electoral -que dejó herido a Massa- y ahora busca evitar la dispersión del voto K, tras los fracasos registrados en las últimas elecciones. Este miércoles hubo una nueva baja: el viceministro de Desarrollo Social de la Nación, Carlos Castagneto, anunció que renunció a su precandidatura a gobernador de la provincia de Buenos Aires.
A través de su cuenta en la red social Twitter, el dirigente de la agrupación "Kolina" expresó: "Gracias a Néstor y a Cristina formamos parte de un proyecto colectivo transformador que recorre cada rincón de la patria restituyendo derechos y creo profundamente que el candidato es el proyecto y retiro mi candidatura como gobernador para seguir aportando con el compromiso, el amor y la alegría del trabajo cotidiano en la profundización de políticas que brindan felicidad a nuestro pueblo".
En cuanto a Bossio trascendió que la decisión de declinar sus aspiraciones tiene por objetivo apuntalar la precandidatura del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien dejo de lado la carrera por la presidencia para pelear por un lugar en la provincia.
Allí todavía el escenario es algo incierto. Aún se mantienen más de una decena de aspirantes por el FpV. Entre ellos, además de Fernández, se encuentran Julián Domínguez, Martín Insaurralde, Fernando Espinoza, Juan Patricio Mussi, Sergio Berni, Fernando "Chino" Navarro y Gabriel Mariotto.
En el terreno nacional siguen en camino las dos apuestas fuertes del kirchnerismo: Daniel Scioli y Florencio Randazzo, cuya relación dejó entrever en los últimos meses fuertes rivalidades políticas. Nadie sabe qué ocurrirá de cara a las PASO en agosto. Lo que sí parece estar claro es que tanto el mandatario bonaerense como el ministro del Interior y Transporte están decididos a jugar todas sus cartas y conseguir así un lugar en el sillón que dejará vacante Cristina Kirchner.