MEDIOS Y POLITICA
24 de julio de 2015
El colmo: Cristina usó la cadena nacional para apoyar las candidaturas de su familia
Entre muchos otros hitos vergonzosos, la presidenta Cristina Fernández quedará en la historia por el grado de ilegalidad y banalización al que llevó el uso de la cadena nacional, un recurso pensado para causas urgentes, de trascendencia y alcance público.
Pero lo que ayer aconteció en Río Gallegos -una ciudad convulsionada por el extenso conflicto municipal que colocó al intendente K, Raúl Cantín (ausente en el acto), al borde de la renuncia, al no contar con ayuda financiera de Nación para cubrir salarios atrasados, y que motivó al gobierno de CFK a montar un impresionante despliegue de gendarmes en la capital santacruceña- no tiene parangón.
En medio de los más de 120 días de paro de los trabajadores municipales de la capital santacruceña, Cristina comparó la protesta en Río Gallegos con episodios de inseguridad. Veladamente, criticó la medida de fuerza y pidió que las "autoridades aseguren que cada vecino pueda hacer su vida sin ser molestado o atacado por un delincuente o por alguien que crea que tener más derechos".
El gimnasio municipal "Lucho Fernández" (construido por Néstor Kirchner durante su intendencia), fue sede del festín televisado que reunió por primera vez en un escenario a la presidenta con su hijo, el "ni-ni" Máximo; con el único objetivo de que todos los argentinos vieran en vivo y en directo el lanzamiento de la candidatura a diputado nacional del líder de La Cámpora.
No fue todo, bendecido por su madre, el primogénito apareció en cadena junto a su pareja, Rocío García; también estuvo su tía Alicia Kirchner, candidata a la gobernación santacruceña por el Frente para la Victoria. La 30ª cadena nacional fue un fresco de la familia K. También estuvieron el ministro de Economía, Axel Kicillof; el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, y el secretario de la Presidencia, el camporista Eduardo "Wado" De Pedro.
Fueron 45 minutos de proselitismo en los que Cristina realizó todo tipo de promesas; impulsó la candidatura de Daniel Scioli; se atrevió a defender la ineficiente gestión de Aerolíneas Argentinas (pese a las demoras y cancelaciones de vuelos registradas desde el inicio de las vacaciones de invierno); volvió a chicanear a Mauricio Macri e ironizó contra la oposición que, entendió, le da "la razón"; y hasta justificó el uso de la cadena nacional arguyendo que nada de lo que dice es "por conveniencia electoral". Insólito.
Y mientras soltaba esas palabras con alto contenido electoral, el taciturno Máximo -que apenas ha hablado y, cuando lo hizo, cometió furcios o declaraciones para el olvido- asentía, como agradeciendo el apoyo de mamá, solidaria mujer que cubre la campaña del "nene" con fondos que pagamos todos los argentinos.
Fuente: La Opinión Popular
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