VATICANO
4 de octubre de 2016
El acercamiento entre China y el Vaticano que incomoda a Taiwán
Las complicadas relaciones entre China yEl Vaticano atraviesan uno de sus mejores momentos en décadas después de los gestos de entendimiento realizados por ambos estados en los últimos tiempos, un acercamiento visto con recelo por un Taiwán que cuenta con la Santa Sede como único aliado diplomático en Europa.
Las complicadas relaciones entre China yEl Vaticano atraviesan uno de sus mejores momentos en décadas después de los gestos de entendimiento realizados por ambos estados en los últimos tiempos, un acercamiento visto con recelo por un Taiwán que cuenta con la Santa Sede como único aliado diplomático en Europa.
Como resultado de esa aproximación, la oficina de portavoces del Ministerio de Asuntos Exteriores chino ha asegurado este martes que está dispuesta a "trabajar en tándem" por seguir mejorando sus relaciones con el Vaticano y para proseguir un "diálogo constructivo" que en la actualidad es "claro y efectivo".Las cordiales palabras del Gobierno chino son su respuesta a las declaraciones emitidas este domingo por el propio Papa Francisco, que quiso dejar claro que "las relaciones entre el Vaticano y China son buenas".Como ejemplo de ello, el Pontífice citó a los medios que le acompañaban en el vuelo de regreso de su viaje a Georgia y Azerbayán las exposiciones que los Museos Vaticanos han realizado en el país asiático, que está previsto que a su vez organice en el futuro una muestra de la cultura china en Roma. Además, el Papa reveló que el presidente chino, Xi Jinping, le envió un regalo días atrás con motivo de un seminario sobre cultura china."[Los equipos de trabajo] están hablando despacio, pero las cosas que van despacio son buenas. Las que se mueven rápido no", agregó el Pontífice. "El pueblo chino tiene mi más alta estima".Desde que se inició el pontificado de Francisco en marzo de 2013 (un día antes de que comenzara la presidencia de Xi), los dos países han manifestado su voluntad de mejorar sus relaciones, lo que ha dado lugar a un mayor acercamiento entre ambos. En más de una ocasión, el propio Papa ha manifestado su deseo de ir a China, un país que nunca ha sido visitado por pontífice alguno.China y la Santa Sede no mantienen lazos diplomáticos desde 1951, año en que la excomunión por parte de Pío XII de dos obispos designados por Pekín llevó a que las autoridades comunistas respondieran expulsando al nuncio apostólico, que se asentó en la isla de Taiwán.En la actualidad, Pekín rechaza que Roma pueda nombrar obispos en el país, por lo que en su territorio conviven dos iglesias católicas: una oficial controlada por el Gobierno comunista -llamada "patriótica"- y otra semiclandestina que responde a la autoridad del Vaticano.Una relación de 74 años en peligro
Sin embargo, el pasado agosto, el cardenal John Tong Ho, cabeza de la Iglesia Católica de Hong Kong, reveló que Roma y Pekín habrían llegado a un acuerdo inicial que regula ese nombramiento de obispos, por el cual el Papa podría elegir a los prelados de entre una lista confeccionada por representantes de la iglesia oficial y de la clandestina.Este acercamiento entre China y el Vaticano es visto con gran recelo por Taiwán, que teme que su relación de 74 años con la Santa Sede esté en peligro. Pekín exige a todos aquellos estados que buscan establecer relaciones diplomáticas con China que rompa las ya establecidas con Taiwán y no "interfiera" en los asuntos internos chinos, lo que ha provocado que, en la actualidad, la isla tan sólo cuente con 22 aliados diplomáticos en todo el mundo, la mayoría pequeños países de Centroamérica, África y Oceanía.
La Santa Sede es el único que tiene en Europa.Por ello, Peter Che, presidente de la Asociación Formosa para los Asuntos Públicos con sede en Washington, envió una carta en agosto al Papa para instarle que siga reconociendo a Taiwán incluso si se llega a un pacto con Pekín. "Este reconocimiento diplomático implicaría no abandonar a los 23 millones de habitantes de Taiwán y a los creyentes de la fe católica en Taiwán, y sería una manera de fomentar y alentar la coexistencia pacífica y el respeto mutuo entre Taiwán y China".Desde que el nuevo Gobierno de la presidenta taiwanesa Tsai Ing-wen se hizo con el poder en mayo, las relaciones entre Taipei y Pekín se han deteriorado dada la percepción que reina en la capital china de que la nueva mandataria ha realizado "pequeños movimientos proindependencia que han resquebrajado la confianza mutua", según medios oficiales, y a su negativa a aceptar públicamente el llamado Consenso de 1992, un término político que reconoce a una sola China pero sujeta a distintas interpretaciones.Ante esta situación, Pekín ha desplegado en los últimos meses su batería de presión, lo que entre otras cosas ha provocado un desplome del 22% en el número de turistas de la China continental que visitan la isla o el bloqueo chino a la participación taiwanesa en la asamblea de la Organización de Aviación Civil Internacional, inaugurada la semana pasada en Montreal, donde ni siquiera se permitió que los periodistas de medios taiwaneses cubrieran el evento.El deterioro de las relaciones entre ambos lados del estrecho de Formosa han supuesto un revulsivo para que las autoridades comunistas chinas busquen un mayor acercamiento con el Vaticano que, de materializarse, supondría un duro revés para Taiwán. "Hubo una tregua diplomática [entre Pekín y Taipei] durante la anterior presidencia de Ma Ying-jeou, pero las relaciones a través del estrecho se han vuelto más inciertas desde que la nueva presidenta juró el cargo", declaró Edward Chen, profesor de la Universidad Tamkang de Taiwán, al diario SCMP. "Que Xi envie un regalo [al Papa] dice mucho sobre el estrechamiento de los lazos con el Vaticano", añadió.
Fotos Gentileza "Sala Stampa Vaticano"
Fuente: Prensa Varticano
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