VATICANO
17 de septiembre de 2014
MAURICIO LARRAÍN GARCÉS
El nuevo banquero del Papa fue presidente de Santander Chile.También fue integrado al consejo Carlo Salvatori, presidente del banco de inversión Lazard Italia y de la compañía de seguros Allianz Spa. Con estos nombramientos se completó el recambio total en el Consejo, el organismo intermedio que gestiona y administra los activos del banco.
El papa Francisco realiza un seguimiento meticuloso de todo lo que se vincula a las finanzas vaticanas, porque ha sido piedra de escándalo para varios de sus antecesores, en especial para Paulo VI y Juan Pablo II, además de motivo de controversias sobre la muerte inesperada de Juan Pablo I. Por lo tanto cada nombramiento al frente del IOR, el banco vaticano, es analizado personalmente por el pontífice católico apostólico romano. En ese contexto, la nueva incorporación se llama Mauricio Larraín Garcés y fue el N°1 del Banco Santander en Chile.
El expresidente del Banco Santander en Chile y ahora director externo del grupo en este país, Mauricio Larraín Garcés, de 64 años, es el nuevo miembro del Consejo de Superintendencia del Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el banco vaticano.
Además de Larraín, también se nombró a otro de los consejeros a Carlo Salvatori, presidente de la aseguradora Allianz Italia y de Lazard Italia, completándose el cuadro directivo de la entidad vaticana presidida por el empresario francés Jean-Baptiste de Franssu, informó la oficina de prensa del Vaticano.
Es la 1ra. vez en la historia vaticana que un latinoamericano llega a la co-conducción del IOR.
Estos nombramientos se enmarcan en la operación de transparencia del banco impulsada por el papa Francisco, tras los escándalos financieros en los que se ha visto envuelto esa institución con los antecesores papales.
De este consejo también formaban parte ya el alemán Clemens Boersig, la estadounidense Mary Ann Glendon y el británico Michael Hintze.
Mauricio Larraín Garcés fue el presidente de Santander Chile Holding S.A. y de Universia Chile S.A. de 2000 hasta abril de 2014 y actualmente es director externo del grupo en Chile y director general de la Escuela Empresarial ESE (Centro de Estudios Superiores) de la Universidad de Los Andes.
Él es Máster en Derecho por la Universidad de Harvard y egresado del Magister en Economía de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Director de la Bolsa de Comercio de Santiago y de la Asociación de Bancos, es miembro del Consejo Consultivo de la Fundación Paz Ciudadana. Además, fue titular de ICARE (Instituto Chileno de Administración Racional de Empresas).
Acerca de su incorporación al IOR, una nota de Andrés Beltramo Álvarez, desde Ciudad del Vaticano, para la web Vatican Insider.
Durante 20 años fue el hombre fuerte del Banco Santander en Chile. Recibió el reconocimiento como uno de los 10 mejores dirigentes de su país en las últimas dos décadas. Estudió derecho en la Universidad de Harvard y es padre de seis hijos. Se llama Mauricio Larraín y desde hoy es el primer laico latinoamericano en ser designado miembro del Consejo de Superintendencia del Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido coloquialmente como “banco vaticano”.
Nacido el 31 de julio de 1950, actualmente funge como director externo del Grupo Banco Santander Chile y director general de la Escuela de Negocios de la Universidad de Los Andes. Entre 1992 y 2014 ocupó el puesto de presidente y director del Grupo Banco Santander de Chile y, de 2000 a 2014, el de presidente de la Santander Chile Holding. Durante ese período su banco fue elegido como el mejor de América Latina por la revista América Economía.
Antes de entrar en Santander, Larraín se desempeñó como “Senior Financie Specialist” en las oficinas de Washington del Banco Mundial. Ocupó el cargo de responsable del sector Deuda Externa del Banco Central de Chile. En 2007 fue seleccionado como uno de los tres mejores dirigentes de Chile por Adimark GfK/La Segunda Newspaper, mientras en 2008 recibió el Estrategia Newspaper Award. Antes, en 2004, ya había figurado en la lista de los 10 mejores empresarios de su país en los últimos 20 años, elegidos por el diario La Tercera y la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Junto al banquero chileno también fue integrado al consejo Carlo Salvatori, presidente del banco de inversión Lazard Italia y de la compañía de seguros Allianz Spa. Las dos designaciones fueron confirmadas por la Comisión Cardenalicia de Vigilancia del IOR, el máximo organismo de gobierno del banco vaticano.
“El IOR se congratula de trabajar con estos dos miembros agregados, que aportarán al Instituto una notable experiencia en el campo financiero y una óptica global justamente en el momento en el cual se está reforzando y alcanzando los objetivos señalados (por el Papa)”, señaló Santos Abril y Castelló, presidente de la Comisión Cardenalicia.
Con estos nombramientos se completó el recambio total en el Consejo, el organismo intermedio que gestiona y administra los activos del banco. El 9 de julio habían ya habían iniciado su labor los otros cuatro consejeros, designados por el papa.
En los 18 meses que lleva su pontificado, Francisco renovó prácticamente todos los puestos de alto nivel en el IOR, desplazando con gran velocidad a los administradores que permanecían desde tiempos de Benedicto XVI. Mientras durante la gestión de Ratzinger existía prevalencia de gestores europeos, con los cambios impulsados por Jorge Mario Bergoglio se ha establecido una mayor internacionalización.
Así, a los consejeros nombrados este día (de Chile e Italia), se suman los que ya están en funciones: Jean-Baptiste de Franssu (Francia) como presidente del órgano, Clemens Boersig (Alemania), Mary Ann Glendon (Estados Unidos) y sir Michael Hintze (Reino Unido). A estos seis miembros no religiosos, especialistas en el sector, se suma un secretario del consejo que tiene voz pero no voto: el sacerdote Alfred Xuereb, secretario general de la Secretaría de Economía del Vaticano.
Como establecido en los estatutos del IOR, el Consejo de Superintendencia de ese organismo define la estrategia y asegura la supervisión de las operaciones. Sus miembros ocuparán sus puestos por espacio de cinco años.Fuente:vaticano
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