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FINANZAS Y MERCADO

19 de octubre de 2018

La economía de China se enfría y el yuan calienta

Tras otra gran caída en la renta variable china el jueves, las autoridades lanzaron un intento coordinado para calmar los mercados.Un águila calva frente a un oso panda. Foto de Dreamstime

Por: Por:Redacciòn FM Fleming con informaciòn de Agencias

Si se supera el nivel de siete yuanes por dólar el conflicto se recrudecerá.Los gestores de fondo ven en China el tercer riesgo más importante.

El crecimiento económico de China se está desacelerando.El avance del PBI ha sido el màs lento desde la crisis financiera mundial con un avance del 6,5% interanual. Esto sucede mientras que la cuenta corriente podría presentar el primer déficit anual en 25 años. Esto, junto a otros factores, están llevando al yuan a tocar mínimos de 2016 contra el dólar, lo que está levantando suspicacias en EEUU.

 

Para comprar un dólar se necesitan hoy unos 6,93 yuanes, la divisa del gigante asiático se ha depreciado un 9,5% desde máximos de este año. Los economistas del Instituto Internacional de Finanzas (IIF) establecen en los 7 yuanes por dólar la frontera a partir de la cual saltarán las alarmas de devaluación competitiva, lo que podría avivar la disputa comercial entre Pekín y Washington.

 

 

El secretario del Tesoro de EEUU, Steven Mnuchin, señaló hace escasos días en una entrevista con Financial Times que su Gobierno vigila atentamente los problemas relacionados con el tipo de cambio, destacando que en lo que va de año el yuan se ha depreciado "significativamente" y añadiendo que Washington quiere asegurarse de que Pekín no está llevando a cabo devaluaciones competitivas, por lo que las divisas formarán parte de las negociaciones comerciales entre ambos países.

"Al analizar los temas comerciales, no hay duda que queremos asegurarnos de que China no está realizando devaluaciones competitivas", indica el responsable de la Hacienda estadounidense, quien admite que existen varios factores que explican la evolución del yuan, incluyendo los propios problemas económicos de China.

Desde el IIF sostienen que a pesar de la alarma entre algunos sectores de EEUU, son las divergencias económicas entre EEUU y China las que están detrás de este movimiento: "Que el dólar se cambie por siete yuanes o más sólo refleja la divergencia de los fundamentales, no una devaluación competitiva... en las circunstancias actuales, cualquier divisa que flotase libremente se estaría depreciando y el yuan no debería ser diferente".

La economía se transforma

Se están produciendo muchos cambios para una economía que durante años ha presentado un crecimiento vigoroso, los mayores superávits por cuenta corriente del mundo y una divisa cuya tendencia subyacente era la de ser cada vez más fuerte. Los gestores de fondos ven la desaceleración de este país como el tercer riesgo más importante para la economía, detrás del fin de los programas de estímulo de los bancos centrales y de la guerra comercial.

Ahora, a la visible desaceleración del crecimiento durante los últimos años se suman otros problemas como el proteccionismo. En los datos del último trimestre se aprecia el impacto en la economía del gigante asiático de la guerra comercial con Estados Unidos y de la campaña que puso el Gobierno hace años para reducir los riesgos asociados al rápido endeudamiento.

Las autoridades chinas se enfrentan a numerosos desafíos, ya que los temores por la guerra comercial han provocado una venta masiva en los mercados de valores nacionales y una fuerte caída en el yuan frente al dólar, lo que aumenta las preocupaciones sobre las perspectivas de crecimiento.

Miedo entre los inversores

La economía creció un 6,5% en el tercer trimestre con respecto al año anterior, por debajo del 6,7% del segundo trimestre, dijo el viernes la Oficina Nacional de Estadísticas. Los analistas encuestados por Reuters esperaban que la economía creciera un 6,6% en el trimestre julio-septiembre.

Esta lectura del PIB supone el crecimiento interanual más débil desde el primer trimestre de 2009, en el apogeo de la crisis financiera mundial.

"La tendencia de desaceleración se está fortaleciendo a pesar del compromiso de las autoridades chinas de alentar la inversión nacional para respaldar la economía. La demanda interna resultó más débil que las inesperadamente sólidas exportaciones", señala Kota Hirayama, economista de SMBC Nikko Securities en Tokio.

Tras otra gran caída en la renta variable china el jueves, las autoridades lanzaron un intento coordinado para calmar los mercados, y el gobernador del banco central, Yi Gang, asegura que las valoraciones en los mercados financieros no están en línea con los fundamentales económicos.

Yi y los principales reguladores han prometido medidas específicas para ayudar a aliviar los problemas de financiación de las empresas y alentar a los bancos comerciales a aumentar los préstamos a las empresas privadas. Pekín ha estado incrementando las medidas de estímulo en los últimos meses para impulsar el crecimiento.

El índice Shanghai Composite, que se corregía más del 1% en las operaciones de primera hora del viernes, se recuperó con fuerza a medida que transcurría la sesión para terminar subiendo un 2,6% hasta los 2.550 puntos, todavía muy lejos de las cotas vistas años atrás.

El crecimiento del tercer trimestre se ha visto afectado por la producción en fábricas más débil desde febrero de 2016 en septiembre, ya que los fabricantes de automóviles redujeron la producción en más del 10% ante una desaceleración de las ventas.

La industria pierde fuerza

"La debilidad proviene en gran medida de la industria secundaria, especialmente de la industria manufacturera. Podemos revisar nuestros pronósticos del cuarto trimestre", explica Betty Wang, economista de ANZ en Hong Kong a Reuters.

Trimestralmente, el crecimiento se desaceleró del 1,7% del segundo trimestre al 1,6%, cumpliendo con las expectativas.

El crecimiento intertrimestral del segundo trimestre se revisó a la baja desde el 1,8% estimado anteriormente, lo que sugiere que la economía entró con menos impulso en la segunda mitad del año de lo que muchos analistas calculaban.

Antes de la publicación de los datos, los economistas esperaban que el crecimiento en China se ubicara en el 6,6% este año, cumpliendo cómodamente el objetivo del 6,5% del Gobierno, y el 6,3% el año que viene. Pero ahora algunos dicen que el crecimiento podría desacelerarse aún más dramáticamente el próximo año.

Un futuro complejo

"De cara al futuro, el panorama económico no es optimista, ya que las exportaciones se enfrentan a más obstáculos debido al impacto de los aranceles de EEUU y la menor demanda en países emergentes. Es probable que el crecimiento del PIB se desacelere al 6,0-6,2% el próximo año", sostiene Nie Wen, analista de Hwabao Trust Shanghai.

Los fabricantes de automóviles, que en el pasado experimentaron fuertes crecimientos en China, están ahora sintiendo el efecto del debilitamiento del consumo. Las ventas de automóviles registraron en septiembre la mayor caída en casi siete años, según datos publicados la semana pasada, y GM y Volkswagen registraron descensos de más del 10%.

Todo ello puede llevar a China a sufrir el primer déficit por cuenta corriente anual en 25 años. Como señalan los economistas de Citi, el balance de la cuenta corriente en el primer semestre del año arroja un déficit del 0,4% del PIB... las posibilidades de que China sufra un déficit por cuenta corriente a finales de año son altas", aseguran los expertos del banco estadounidense.

La balanza por cuenta corriente refleja los intercambios de bienes y servicios realizados entre los residentes de un país y los del resto del mundo. Esta balanza está dividida en la balanza comercial, la de servicios, rentas y transferencias corrientes. El cambio de la economía China, desde una economía totalmente orientada hacia la exportación a un país en el que la demanda interna está ganando fuerza, está equilibrando la balanza comercial y la balanza por cuenta corriente.

Este cambio no es el fin del mundo, pero si es una transición que lleva años y que supondrá cambios. "Este posible déficit por cuenta corriente podría seguir pesando en la depreciación del yuan en el corto plazo, pero otros factores también son importantes como la reducción de la posición de los inversores globales activos denominados en yuanes".

Los economistas de Citi creen que los déficit por cuenta corriente en China serán más habituales que en el pasado, pero no tienen por qué convertirse en la tónica en el medio y largo plazo.



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