El club debió cerrar las puertas porque la gente superó la capacidad del estadio: "Nuestras disculpas a todos los que no van a poder entrar", expresó el club.  

Sólo bastaron dos horas para que el estadio quedara colmado. Sí: en apenas 120 minutos, la cancha se llenó al tope y ya no quedó lugar para que la gente siga ingresando al entrenamiento abierto que brindaron el cuerpo técnico y el plantel. "La Bombonera ya está llena para alentar a nuestros jugadores. Nuestras disculpas a todos los que no van a poder entrar, pero somos tantos millones... Gracias, gracias!!! #EstoEsBoca", expresó el club a través de su cuenta oficial en Twitter.

A las 18, la Bombonera latió cuando el equipo de Guillermo salió al campo de juego para el entrenamiento abierto previo a la Súper final de la Copa del sábado.

Boca le pidió disculpas, a través de sus redes sociales, a los que no podrán ingresar al estadio.
En efecto, tal como estaba previsto, las puertas de la cancha se abrieron a las 15 de este jueves para que los hinchas comiencen a ingresar. Y se cerraron a las 17, una hora antes de que Guillermo, Tevez y compañía salgan al campo de juego.
Sí: los seguidores coparon la cancha (la cita era abierta a todos los hinchas, sean socios o no). Y con justeza porque, efectivamente, nadie quiere quedarse afuera del entrenamientro previo a la segunda final histórica con River; la misma que determinará al campeón de América en el mismísimo Monumental. Sí: se vivió como un partido oficial.
¿La mala noticia de la jornada? Los líos que se armaron: fanas tiraron abajo el vallado de la puerta 7 para entrar y, cuando se anunció que se cerraban los portones, hubo corridas.
Un dato: la fila de ingreso ya rodeaba por completo el predio del Complejo Pedro Pompilio desde horas del mediodía de este jueves. Incluso, hubo algunos fanas que acamparon durante la noche para poder conseguir un lugar en el entrenamiento abierto al público. Y en el transcurso de la tarde, luego de que las puertas se abran, las ya tribunas lucían repletas.