Por segunda semana consecutiva, Rafa Nadal, el rey de la tierra, ha cedido su corona en uno de sus torneos fetiche.

Si hace unos días Fabio Fognini le dejó sin su duodécimo Masters 1.000 de Montecarlo, este sábado fue el austriaco Dominic Thiem el que le desconectó en las semifinales del Barcelona Open Banc Sabadel-Trofeo Conde de Godó. El mallorquín fue incapaz de gobernar el partido en ningún momento ante el fantástico nivel de su rival, y acabó cediendo en dos sets (6-4 y 6-4). Thiem se medirá en la gran final al ruso Medvedev.

El primer punto del partido fue sintomático. Doble falta de Nadal. El mallorquín tiene acostumbrados a sus rivales a hacerles sufrir desde el mismo comienzo del partido. Por eso sorprendió ese arranque. Logró salvar ese juego, pero las dudas en el saque continuarían durante todo el primer set. Hasta cuatro dobles faltas cometió el mallorquín en sus tres primeros servicios. Dos de ellas, en el tercero, que terminó en break.
Quince errores no forzados, cuatro dobles faltas y solo un 33% de puntos ganados con el segundo saque, los problemas de Nadal en el primer set

El austriaco Dominic Thiem no tuvo más que estar serio en la pista y esperar a los errores del mallorquín, cuya melodía desafinaba con frecuencia. Los problemas con el saque generaron tantas dudas que los errores no forzados se convirtieron en habituales. Nada era sencillo para Nadal en el partido, que no fue capaz de encontrar la forma de romper la resistencia de su rival.

La batalla era preciosa pese a todo. Ambos tenistas jugaban con enorme profundidad. Peloteos interminables entre dos jugadores que en tierra se sienten como pez en el agua. Pero el austriaco era más preciso, más enérgico y con su delicioso revés a una mano empezó a martillear a Nadal. Hasta cuatro bolas de break tuvo que salvar el mallorquín en el séptimo juego. Dios y ayuda le costó cerrar su servicio y ponerse 3-4.

Tener a Nadal contra las cuerdas y no rematarlo no pasó factura al austriaco, que logró cerrar el primer set (4-6) en 59 minutos, mientras el mallorquín luchaba contra sus propios fantasmas tanto al saque como al resto. Quince errores no forzados, cuatro dobles faltas y solo un 33% de puntos ganados con el segundo saque fueron los motivos del hundimiento del mallorquín.

Si en el primer set Thiem dispuso de hasta siete pelotas de rotura por ninguna de Nadal, el segundo comenzó con otras dos. Evitó el desastre el mallorquín, que fue capaz de elevar su nivel en el momento adecuado. Sin embargo, mientras él iba al límite, Thiem parecía muy cómodo sobre la pista. Incapaz de dominar los puntos, Nadal soltaba el brazo en ocasiones para sumar puntos que le permitiesen mantenerse en el partido.

Dominic Thiem devuelve una pelota ante Nadal (Pau Barrena / AFP)

Thiem eliminó a Nadal, algo que en Barcelona solo habían logrado Corretja, Almagro y Fognini

La pelota de Thiem corría más. Cada revés cruzado era una punzada dolorosa para Nadal. Y las dejadas en la red eran un síntoma más de su confianza. Hasta tres consecutivas conectó con acierto. Nadal se concentró en esperar que su rival bajase el nival. Pero Thiem no ofrecía fisuras. Y en el quinto juego se consumó el desastre. Esta vez no pudo salvar Nadal las dos bolas de break de su rival y cedió su servicio.

Desesperado por la situación, Nadal lo probó todo. Insistió en sus mejores golpes, elevó su agresividad. Pero enfrente tenía a uno tenista en estado de gracia, que le impedía constantemente llevarse los puntos.

Le faltaron golpes ganadores y rapidez de piernas, y le sobraron errores no forzados en momentos importantes. Finalmente, Thiem consiguió cerrar el partido y eliminar a Nadal, algo que en Barcelona solo habían logrado hasta hoy tres tenistas: Corretja, Nico Almagro y Fabio Fognini.

El mallorquín se marchó de Barcelona sin romper el servicio de su rival, algo que no sucedía en un torneo de tierra desde hace cuatro años, según @2010MisterChip. Además, ocho juegos es el peor bagaje de Nadal en un partido en el Godó.

Nadal no podrá conquistar su duodécimo Godó, el cuarto consecutivo. Será Thiem quien tenga la ocasión de sumar su primero en la final que le enfrentará al ruso Medvedev, que eliminó en su semifinal al japonés Nishikori.