Pese a no haber registrado nuevos máximos históricos, a excepción del Nasdaq, Wall Street sigue en su zona de niveles récord, aunque unos resultados trimestrales peores de lo esperado en los casos de empresas de distribución y consumo, como Home Depot y Kohl's, han lastrado el comportamiento del Dow Jones y el S&P 500. El primero ha retrocedido un 0,36%, hasta caer a los 27.934,02 puntos, mientras que el segundo cierra en negativo casi plano y se sitúa en las 3.121,11 unidades. Por su parte, el Nasdaq 100 repunta un ligero 0,12%, hasta los 8.338,74 enteros.

"Wall Street ha mostrado las primeras dificultades para sostener las subidas, lo cual podría advertirnos del comienzo de una fase de cierta consolidación que veríamos como algo del todo normal y que no alteraría la situación técnica del mercado norteamericano, que sigue siendo alcista", explica Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader. De hecho, señala, "una eventual caída la veríamos como una oportunidad para comprar".

Así, el experto despeja dudas al indicar que "el hueco alcista que se generó el viernes a partir de los 3.096 puntos es el primer soporte que podría frenar una consolidación y el cierre de este hueco es lo mínimo exigible para hablar de un agotamiento comprador a muy corto plazo".

Para ello el S&P500 debería cerrar una sesión por debajo de los 3.096 puntos. En cualquier caso, insiste Cabrero, "mucho nos tememos que una caída podría finalizar muy pronto ya que podría ser un simple pull back o vuelta atrás a la zona de antigua resistencia, ahora soporte, de los 3.060 puntos".

En el plano corporativo, el protagonismo radica esta jornada en Home Depot. La cadena de bricolaje ha presentado sus resultados del tercer trimestre antes de la apertura de la sesión en Estados Unidos. Y más importante: ha recortado por segunda vez desde verano sus previsiones para este año. En consecuencia, sus acciones se desploman más de un 5% y encabezan las caídas en el Dow Jones. 

El petróleo sufre uno de sus mayores batacazos de los últimos dos meses
Los futuros del petróleo Brent caen hacia la zona de los 60,9 dólares por barril, tras perder alrededor de un 2,5% de su valor con respecto al cierre de la sesión anterior. Es su segunda caída consecutiva esta semana y la rentabilidad anual desciende hasta el 13%.

En el caso de los futuros del West Texas, la caída ha sido aún más abultada. El crudo estadounidense retrocede en torno a un 3,3% con respecto al lunes y cae a la zona de los 55,2 dólares por barril. Un nivel que no perdía desde el pasado 31 de octubre. Gana casi un 22% desde enero.

Los mercados sufren la presión del aparente estancamiento en las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China, al tiempo que las reservas domésticas de petróleo probablemente aumentaron en 1,5 millones de barriles durante la semana pasada, según una encuesta de Bloomberg que se adelanta a los datos oficiales del miércoles que provee el Gobierno de Estados Unidos.

Asimismo, según ha informado Reuters, si bien no se prevé que Rusia se comprometa a profundizar en rl recorte de su producción de petróleo, sí podría extender las cuotas existentes para dar apoyo a Arabia Saudí.

Sólo la libra retrocede en el día del primer debate electoral en el Reino Unido
La libra esterlina cae un ligero 0,3% con respecto al cierre del lunes y se desliza hacia el cambio de 1,166 euros al término de la jornada en Wall Street. En lo que va de ejercicio, la divisa británica se aprecia en torno a un 4,8% sobre el euro. Todo ello en el día en que ha comenzado el enfrentamiento dialéctico entre Boris Johnson y Jeremy Corbyn en el primer debate electoral ante los comicios de diciembre.

Por su parte, el euro termina el martes sin apenas cambios con respecto al día anterior, en la zona de los 1,108 dólares, y se deprecia alrededor de un 3,4% frente al billete estadounidense desde enero.

En cuanto a los metales, el oro no se mueve de la cotización que alcanzó el lunes, los 1.472 dólares por onza, y reduce ligeramente la rentabilidad anual al 14,9%. "El oro, que ha repuntado durante gran parte del año, ha decaído en noviembre conforme los récords que han registrado los índices bursátiles y el optimismo sobre un acuerdo comercial entre Estados Unidos y China han erosionado la demanda por el metal como refugio", argumentan desde Bloomberg.

China, ¿pesimista?
Los inversores no cuentan con referencias macro importantes este martes. Por tanto, se limitan a esperar (con optimismo) cualquier novedad en lo que se refiere a las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China, las dos mayores potencias del mundo.

Ayer aumentaron las dudas ante la información de la CNBC que apuntaba a un pesimismo patente en Pekín ante un posible acuerdo con su contrincante norteamericano. Según informaba la cadena televisiva, el Gobierno chino se estaría pensando esperar a ver qué sucede con el juicio político (impeachment) que se está llevando al presidente de EEUU, Donald Trump, e incluso esperar al resultado de las elecciones presidenciales del país que se celebrarán dentro de un año.

En paralelo, el Ejecutivo estadounidense anunció una nueva prórroga de tres meses a la moratoria al veto sobre la gigante tecnológica china Huawei.

Con todo, ambas naciones tienen pendiente decidir cuándo y dónde firmarán sus presidentes, Trump y Xi Jinping, la "fase uno" de su acuerdo comercial. Ya se cuenta con que la rubrica no se produzca hasta el mes que viene.

Reunión de Trump y Powell
Cabe recordar también que Trump se reunió este lunes con Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de EEUU (Fed). Según el organismo, el banquero central mantuvo unas ideas "consistentes" con las trasladadas en sendas intervenciones en el Parlamento norteamericano la semana pasada. 

Ante estas referencias, los inversores continúan mostrando interés por la renta fija estadounidense. En consecuencia, el bono a diez años (Treasury) reduce su rentabilidad al 1,8%.