El de legado papal, Giovanni Battista Re, aseguró ayer que el país necesita más que nunca “un quiebre” para poner fin a la corrupción y llamó a la reconciliación de los argentinos, al presidir en Tucumán la misa de clausura del XI Congreso Eucarístico Nacional.

El presidente Mauricio Macri y el gobernador tucumano Juan Manzur, entre otras autoridades, participaron del acto religioso en el Hipódromo provincial, donde se esperaba un videomensaje del papa Francisco desde el Vaticano pero los organizadores decidieron no difundirlo porque, argumentaron, “su grabación era de mala calidad”.

“La vida social y política necesita hoy más que nunca de un quiebre, que lleve a poner fin a la corrupción y a una real renovación y progreso en la honestidad, en la rectitud moral, en la justicia y en la solidaridad”, sostuvo el legado papal en medio de aplausos.

En igual sentido, Macri elevó una plegaria a Dios para pedirle que acompañe al pueblo argentino para poder erradicar la corrupción “en todas sus manifestaciones”, “superar los desencuentros y unirnos caminando juntos” e “incluir a todos y vencer las distintas formas de pobreza”.

El enviado del papa Francisco habló de corrupción y falta de moral ante las autoridades argentinas, en medio del escándalo por la detención del ex funcionario kirchnerista José López cuando intentaba esconder casi 9 millones de dólares en un monasterio bonaerense.

“Vencer el mal con el bien”

Ante una multitud de fieles, estimada en 250.000 personas por las autoridades eclesiásticas, el purpurado saludó a las autoridades “en nombre del papa Francisco” y deseó “todo bien a cuantos viven en esta amada nación, de profundas raíces cristianas y fuertemente encaminada, con esperanza, hacia el futuro”.

El cardenal Re recordó que “la Eucaristía es el gran motor de la vida cristiana” pero también “impulsa a dar testimonio y a la solidaridad con los demás” y aseguró que “de la Eucaristía ha brotado a través de los siglos un inmenso río de caridad y de obras sociales”.

Finalmente, el cardenal también invitó a los participantes del congreso a pedirle a Jesús presente en la Eucaristía que ayude a los argentinos “a vencer el mal con el bien”, a realizar “una verdadera reconciliación de todos” y a construir “un mundo más justo, mejor y más solidario”.