Jueves 26 de Diciembre de 2024

Hoy es Jueves 26 de Diciembre de 2024 y son las 09:50 -

18.4°

SALTA

EDUCACION

28 de noviembre de 2017

Los tiempos han cambiado: La autoridad del docente es una cualidad necesaria

En todos los aspectos de la vida y también en el contexto educativo. La escuela tradicional versus escuela actual.

Luego de esta verdad irrefutable cabe la pregunta si cambiaron para bien o para mal. Y las respuestas en uno u otro sentido dependerán de las perspectivas individuales, de las opiniones subjetivas y de los análisis particulares según la escala de valores o las concepciones ideológicas.

Para algunos, los cambios en el ámbito escolar denotan retroceso, convulsión, caos, pérdida de la autoridad. Por el contrario, para otros implican apertura, democratización, avance, mayor participación. Desde esta postura, los cambios son imprescindibles en todos los órdenes, y más en lo que respecta a la educación, que es un proceso esencialmente transformador.

Tal vez lo más conveniente sea, como siempre, buscar un equilibrio, porque ambas posturas tienen en sus argumentaciones medias verdades. Y las medias verdades tienen, huelga decirlo, su contraparte correspondiente.

La escuela tradicional, aquella que muchas personas que han superado los cincuenta idealizan como un espacio en el que el docente tenía una autoridad de la que hoy, por lo general, carecen, gozaba, es cierto, de un orden que se ha ido debilitando con el tiempo.

La autoridad del docente es una cualidad necesaria. Pero sucede que muchas veces aquella autoridad devenía en autoritarismo, incapacidad para escuchar a los alumnos, para abrirse a otras visiones. La palabra del maestro o profesor, y mucho más la de los directivos, era indiscutible. Pero la condición de indiscutible no es en sí mismo un valor, porque la educación es transmisión de saberes pero también debate, controversia, la capacidad de admitir otras visiones y poner en crisis permanentemente lo que se considera la “verdad”.

La escuela tradicional, a la que muchos añoran y subliman, se constituyó como tal en períodos históricos en los que abundaban los golpes de Estado y las dictaduras militares. La escuela tradicional es también la escuela en la que nada se discutía, ni siquiera las arbitrariedades o la injusticia, y en la que incluso se toleraba y hasta naturalizaba cierto castigo físico de profesores hacia alumnos como método pedagógico.

La escuela actual, por su parte, mucho más democrática y participativa, es en muchas ocasiones caótica, y en ella prolifera la indisciplina, la violencia física y verbal, la falta de respeto de alumnos a profesores y de profesores a alumnos.

La escuela de hoy se ha convertido en una suerte de espacio donde se dirimen muchas de las controversias irresueltas de la sociedad argentina.

El desafío de todos los actores de la educación argentina es encontrar los valores subyacentes de ambos modelos y desechar los defectos.

Esto es, rescatar el orden y la disciplina del modelo tradicional, añadiéndole capacidad crítica, apertura a todas las ideas, debate participativo, creatividad, maleabilidad y adaptación a los cambios permanentes que conlleva la sociedad moderna.



COMPARTIR:

Comentarios

Escribir un comentario »

Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!