Los principales índices de la bolsa de EEUU iniciaron la sesión con subidas, pero no tardaron en darse la vuelta, después de que en el Parlamento de Rusia hayan aprobado un proyecto de ley que otorgaría al Kremlin poderes para prohibir o restringir una lista de importaciones estadounidenses, en respuesta a las nuevas sanciones de Estados Unidos contra un grupo de magnates y funcionarios rusos. Se profundizó en los números rojos en la última hora de sesión, pese a lo que los principales indicadores lograron concluir la semana en positivo.
Los principales índices de la bolsa de EEUU iniciaron la sesión con subidas, pero no tardaron en darse la vuelta, después de que en el Parlamento de Rusia hayan aprobado un proyecto de ley que otorgaría al Kremlin poderes para prohibir o restringir una lista de importaciones estadounidenses, en respuesta a las nuevas sanciones de Estados Unidos contra un grupo de magnates y funcionarios rusos. Se profundizó en los números rojos en la última hora de sesión, pese a lo que los principales indicadores lograron concluir la semana en positivo.

Al cierre de las operaciones, el Dow Jones de Industriales perdía un 0,5% hasta los 24.360,24 enteros, mientras el S&P 500 cedía un 0,29% hasta las 2.656.30 unidades y el Nasdaq Compuesto se dejaba un 0,47% hasta los 7.106,65 enteros.

En el cómputo semanal, el selectivo tecnológico creció un 2,77%, mientras el Dow Jones lo hizo un 1,79% y el S&P 500 mejoró un 1,99%.

La jornada está marcada por los resultados de JP Morgan, Citi y Wells Fargo. Las entidades financieras han batido las previsiones gracias a la reforma fiscal de Trump y a la subida de tipos de interés.

Las bolsas estadounidenses cerraron la semana con ascensos dejando atrás las preocupaciones por los distintos frentes abiertos por Donald Trump (guerra comercial con China e intervención militar en Siria). Tampoco parece hacer mella la debilidad de las grandes compañías tecnológicas.

Moody's revisa hoy la calificación crediticia de EEUU y hay riesgo de un cambio en la perspectiva de estable a negativa por el mayor déficit fiscal. Además, la confianza del consumidor de abril cae más de lo previsto.

También destacan los comentarios del presidente de la Fed de Boston, Eric Rosengren, apuntando a un recalentamiento de la economía y de los precios. La Reserva Federal tiene previsto para este tres subidas, pero el banquero no descarta alguna más. Algo que ya ha dejado de sorprender al mercado. La propia Fed ya adelantó que la actividad "tiene mucho ímpetu".

Por esa razón, el sector financiero fue el que mayor castigo recibió hoy, con una caída del 1,55%, mientras que el energético encabezó las alzas sectoriales, gracias a un avance del 1,09%.

Y dentro del grupo del Dow Jones de Industriales, la caída más pronunciada la tuvo el principal banco del país, JPMorgan Chase, que cedió un 2,71%, seguido de la aeronáutica Boeing (-2,43%) y de la tecnológica Intel (-1,63%).

En el mismo grupo los avances mayores los tuvieron General Electric (+2,35%), Coca-Cola (+1,09%) y la petrolera ExxonMobil (+0,80%).

Fuera del Dow Jones, Wells Fargo, el segundo grupo bancario estadounidense por activos, terminó con una caída del 3,43%, y Citigroup, el que tiene la mayor expansión internacional, perdió un 1,55%.

En otros mercados, el petróleo de Texas acabó con un avance, 67,39 dólares el barril, cerrando una semana de ganancias por los temores aún latentes de que Estados Unidos pueda intervenir militarmente en Siria a raíz de las denuncias sobre un supuesto ataque químico en la localidad de Duma el pasado fin de semana.

Además, al cierre de Wall Street el oro subía hasta 1.347,3 dólares la onza, la rentabilidad del bono del Tesoro a diez años bajaba al 2,825% y el dólar perdía terreno ante el euro, que se cambiaba a 1,2339 dólares.