A pesar de la crisis, un tercio de la comida que se produce acaba en la basura. En la era de la tartera, te enseñamos cómo planificar tus menús y aprovechar tus sobras para que tu cocina no tenga desperdicio.

Los restos de verduras, hortalizas o legumbres pueden transformarse al día siguiente en un apetitoso puré o en una suave crema.

Si te sobra alguna salsa (de tomate, por ejemplo), la puedes congelar en pequeñas porciones, de forma que sólo descongeles lo que necesites consumir. De ahí saldrán unos exquisitos espaguetis boloñesa.

“Podemos picar el pollo y mezclarlo con su jugo y con una bechamel espesa. Este relleno nos puede servir como relleno de unos canelones o hasta para hacer unas deliciosas croquetas.

También podemos cortar la carne a cuadritos y mezclarla con un poco de cebolla cruda, apio crudo y si le añadimos una mezcla de crema, mayonesa y curry, obtenemos una increíble ensalada hindú, exótica y fresca”,  que la familia en estos días de calor pueden disfrutarla.

Con los restos de una enselada de atún se pueden hacer unas ricas empanadas con masa de hojaldre.

“(En el caso del bacalao, sábalo,pejerey, podemos elaborar) tortas de bacalao con cebolla frita y ro dajas de pimientos rojos. O podemos rellenar unos pimientos rojos, verdes o amarillos y hacer unos pimientos en salsa de tomata, cebolla y zanahoria. O incluso, si sobró poquito, podemos hacer una tortilla española de bacalao, para comer caliente y también fría” a la noche.
 

Vitel toné de peceto o cerdo u otro trozo de carne

Si lo que cocinamos fue pierna o lomo de cerdo, te sugiero preparar unas tortitas de lomo, un vitel toné o también unos fideos con caldo de carne, huevo cocido y hasta cebollín o hasta una sopa Daikon, esas que se compran en los supermercado.

“O podemos picar la carne finamente, añadir salsa de tomate y mezclar con pasta corta, cubrir de queso y gratinarlos al horno para tener un plato de pasta espectacular”.

 

Sin embargo, como no sólo tenemos los platillos fuertes, podemos experimentar también con las sopas. En ese sentido, las sopas aguadas tienden a mejorar con los recalentados y si prefiere dejarlas así, pero en el caso de las pastas se pueden saltear con mantequilla para recuperarlas.

“(Con las bebidas) podemos hacer una sangría de vino espumoso, por ejemplo, añadiendo fruta picada y un jugo de nuestra preferencia. También podemos experimentar con versiones nuevas del ponche tradicional, sustituyendo el vino por jugo por ananá o naranja o pomelo y jengibre”, explica.