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22 de abril de 2020
Repatriaron un cadáver que murió por coronavirus sin declarar
Un vuelo de repatriados trajo el cuerpo embalsamado de una víctima de COVID - 19. Foto: Archivo
El fallecido es Elías Masri, un abogado de la Universidad Nacional del Litoral. La documentación que acreditaba la enfermedad del empresario de 91 años no había sido aportada.
Un vuelo con 243 argentinos repatriados arribó al país desde Miami (Estados Unidos) con el cuerpo embalsamado de un hombre de 91 años que falleció por coronavirus en Nueva York, pero que no había sido informado para así conseguir que lo subieran al avión.
Como la documentación que acreditaba que estaba infectado no fue entregada a las autoridades, se abrió una causa penal.
El fallecido es Elías Masri, un abogado de la Universidad Nacional del Litoral que decidió dedicarse a los bienes raíces.
Creó su empresa en los años 50 en la Argentina y en 1988, se fue a vivir a Estados Unidos, donde construyó su emporio Falcon Properties Inc.
El 7 de abril el empresario falleció en su casa de Manhattan, en un piso de la calle 47 y la Quinta Avenida.
La familia de la víctima pidió que embalsamaran su cuerpo por motivos religiosos (su condición judía impedía cremarlo) y comenzó con los trámites para traerlo a la Argentina en un vuelo privado.
Sin embargo, como el certificado de defunción precisaba que Masri estaba contagiado con coronavirus, el pedido a la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) resultó descartado.
Pero el pasado sábado a la noche, el cadáver del empresario terminó arribando al país en la bodega de un avión de Aerolíneas Argentinas que llegó desde Miami con 243 repatriados que habían quedado varados en Estados Unidos en medio de la pandemia, en un servicio habilitado por Cancillería.
Al recibir el cadáver, los funcionarios de Sanidad de Fronteras de Ezeiza vieron que la documentación no estaba completa. Y al revisar en detalle buscaron las pruebas de aquella primera consulta del vuelo frustrado: la que acreditaba que esa persona había fallecido por el virus.
“El pedido de traslado de un cuerpo” siempre llega a través del consulado del país de origen, no por los familiares. “En este caso, fue por medio del Consulado argentino en Nueva York. De esa manera recibimos la documentación con el certificado de defunción emitido por el Estado de Nueva York y el certificado de la funeraria que consignan el fallecimiento por muerte natural. No había documentación alguna que consignara el fallecimiento por otras causas”, señalaron desde Aerolíneas Argentinas.
“Por reglamentación interna, Aerolíneas bajo ninguna circunstancia puede trasportar un cuerpo que sea sospechoso de tener una enfermedad infectocontagiosa. Jamás se hubiera podido hacer este trasladado si la documentación se hubiera presentado de manera correcta”, añadieron.
La reglamentación interna de la línea aérea prohíbe el traslado de cuerpos sospechosos de haber tenido tener una enfermedad infectocontagiosa de cualquier tipo.
Fuentes oficiales aclararon, sin embargo, que no hay ninguna posibilidad de que el cadáver haya podido hacer circular el virus, porque se cumplió con el protocolo de traslado de féretros.
En medio de la polémica, un familiar del empresario fallecido se presentó en la terminal aérea pidiendo retirar el cadáver embalsamado, pero se lo negaron y el féretro quedó aislado en los depósitos del aeropuerto de Ezeiza.
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